Fuerte de Santa Barbara
Las primeras noticias que hacen referencia al fuerte de Santa Barbara datan del 20 de noviembre de 1793. Corresponde a un acta municipal en la que consta la petición por parte de la Diputación Foral al Ayuntamiento de Hernani para construir el fuerte en los alrededores de la ermita. Desde entonces, dicho fuerte ha sido utilizado en la 1ª Guerra Carlista (1833-39), en la II. Guerra Carlista (1872-76) y también en la Guerra Civil (1936).
Al finalizar la 1ª Guerra Carlista, apenas celebrado el Convenio de Vergara (1839), el fuerte fue demolido.
Durante la Segunda Guerra Carlista los liberales volvieron a fortificar la villa de Hernani y a reconstruir el fuerte sobre la misma forma y cimientos del anterior. No obstante, se introdujeron algunas modificaciones: la distribución de los cuarteles, algunos ángulos rectos que pasaron a ser circulares... Sin embargo, debido al momento crítico en el que fue erigido, las circunstancias apremiaban y, en consecuencia, el fuerte fue construido con una mampostería muy ligera y con malos morteros.
Al finalizar la guerra solo mantuvieron allí a unos pocos soldados, pero al no ser imprescindible, y dado el mal estado en el que se encontraba determinaron el abandono del mismo mediante Real Orden de 25 de agosto de 1891.
Esta vez, sin embargo, no se ordenó su demolición, como ocurrió al término de la Primera Guerra Carlista, y gracias a ello han llegado vestigios hasta nuestros días.
Ermita
La ermita de Santa Barbara es más antigua que el fuerte, ya aparece citada el año 1625. Aparte de los oficios de las mismas, se utilizaba para informar a los hernaniarras de la proximidad de tormentas y truenos. Así lo confirma un documento del año 1769 por el cual, al oírse las campanadas de la ermita deberían repicar también las de la parroquia de Hernani al objeto de que los habitantes del pueblo pudieran prevenirse de los daños que la tormenta pudiera ocasionarles.
La ermita que actualmente conocemos se construyó en el año 1955 y la tradición ha unido la imagen de la cima de Santa Barbara con la de la ermita. Hasta esa fecha, la ermita estaba ubicada en lo que hoy en día es el restaurante, siendo el arco de entrada al mismo de las pocas cosas que se conservan de ella.