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El otoño de 1936 en Guipúzcoa
Mikel Aizpuru (Director) / Urko Apaolaza
Jesús Mari Gómez / Jon Ordiozola, 2007

 

VIII.
LA REPRESIÓN CONTRA LOS CIUDADANOS
DE HERNANI

 

 

1. Hernani durante la Segunda República:
el choque entre dos sociedades

 

      La situación que vivía la población de Hernani en 1931, así como la del resto del territorio guipuzcoano, no era demasiado optimista. El pueblo se encontraba sumergido en una terrible crisis laboral y esta situación no varió a lo largo del periodo que duró la Segunda República. Esta coyuntura, llena de altibajos, obligó a más de un trabajador a afiliarse a un sindicato por primera vez, aunque ya hacía años desde que el sindicalismo comenzara a labrarse su camino: a partir de 1921 varios trabajadores de las papeleras habían comenzado a afiliarse a UGT. Otros, por su parte, lo habían hecho a los sindicatos católicos o a Solidaridad de Trabajadores Vascos. Viendo que la situación laboral no era nada buena, el ayuntamiento decidió organizar una bolsa de trabajo para hacer frente al desempleo. De esta manera, se impulsaron las obras para arreglar las carreteras, medida que permitió a los parados recibir un ingreso, aunque fuese mínimo.

      En mayo de aquel mismo año, la fábrica de ladrillos redujo la semana laboral a cuatro días. En la fábrica Cerámica de Arístegui también se vivió la misma situación. La fábrica encargada de curtir pieles La Perfecta, sin embargo, fue alquilada por el empresario Fernando Montes, quien la explotó durante la Guerra Civil. Luego, fueron los hijos de Montes quienes tomaron las riendas de la fábrica como propietarios de la misma. Como consecuencia de la crisis del momento, esta fábrica también tuvo numerosos problemas: redujo la semana laboral y en 1931 estuvo a punto de cerrar. Al cabo de cuatro años, en mayo de 1935, a pesar de que todo indicaba que iba a cerrar, gracias a una fórmula de asociación se pudo impedir su cierre. Y no sólo eso, ya que como durante la Guerra Civil se dedicó a la industria armera, vivió uno de sus mejores momentos.

 

 

República y nueva corporación municipal

 

      Abril de 1931 fue un mes intenso desde el punto de vista político. El día 12 se celebraron las elecciones municipales en toda España y los partidos republicanos obtuvieron excelentes resultados. Exceptuando las capitales de nueve provincias, las alcaldías de las demás fueron para la izquierda. El 14 de abril fue proclamada la República. Inmediatamente después de que Alfonso XIII huyera de España se creó un gobierno provisional republicano: Niceto Alcalá Zamora fue quien se encargó de presidirlo.

      En Hernani, tal y como ocurrió en otras muchas localidades guipuzcoanas, no hubo elección alguna, ya que una semana antes, los partidos más importantes se pusieron de acuerdo y, aplicando el artículo 29 de la ley electoral, distribuyeron entre ellos las concejalías. De esa manera, el ayuntamiento quedó compuesto por 4 nacionalistas vascos, 4 republicano-socialistas (miembros de la Conjunción Republicano-Socialista) y 5 independientes. A pesar de que estos últimos fueran derechistas (sucesores de los partidos dinásticos anteriores a la República), apoyaron a los republicano-socialistas en más de una ocasión. El independiente Julio Ubarrechena Iraola fue nombrado nuevo alcalde y permaneció en el cargo hasta el 26 de enero de 1933.

      El segundo día después de que entrara en vigor la República, el 16 de abril, fue proclamado día festivo y, para dar la bienvenida al régimen surgido de las elecciones, se convocó una manifestación en la localidad. No faltaron himnos, ya que se entonaron cantos como la “Internacional”, el “Himno de Riego”, la “Marsellesa” o el “Himno de Hernani”.

      El 18 de abril se llevó a cabo un pleno extraordinario en el ayuntamiento. Los allí congregados, además de elegir a Ubarrechena como alcalde, nombraron a José Beroitz teniente de alcalde, y a Miguel Toledo segundo teniente de alcalde. Ramón Liceaga, síndico propietario; Tomás Illarramendi sustituto, y Segundo Sagarna interventor. Aprovechando la ocasión, el alcalde aprobó nombrar como alcaldes pedáneos de los barrios de Lasarte y Ereñozu a los concejales José María San José y José María Liceaga. Del mismo modo, los allí reunidos decidieron celebrar los plenos ordinarios los miércoles a las seis y media de la tarde. Durante el pleno, la minoría conjuncionista propuso unirse a la República y redactar un escrito al presidente del Gobierno provisional, propuesta que quedó aprobada. Luego, la minoría abertzale presentó la primera moción a favor de la autonomía de Euskal Herria.

 

      En este momento histórico en que ha desaparecido el régimen destructor de nuestra libertad política como nación, ante el hecho de la nueva estructuración del Estado español, la minoría nacionalista vasca del Ayuntamiento de Hernani después de afirmar los derechos naturales o históricos que como tal nación corresponden reclama como primer acto de autodeterminación del País Vasco, la reclamación de la República Vasca confederada con las demás Repúblicas Ibéricas[193].

 

      El 22 de abril, el ayuntamiento decidió sustituir el nombre de la Plaza Mayor por el de Plaza de la República. La calle de Alfonso XIII recuperó el nombre de Calle Mayor que tuvo en su día; además se aprobó que los rótulos de las placas estuvieran escritos en euskara y castellano. Una semana más tarde, el 29, la corporación municipal acordó comprar nuevas banderas nacionales para colgarlas en el ayuntamiento y en las escuelas públicas. También decidió la apertura de una escuela de primaria en Lasarte, y la de otras dos en zonas rurales. Del mismo modo quedó aprobado enviar una lista con los problemas que tenía el ayuntamiento al Gobierno Civil. En la primera junta de mayo, sin embargo, no se tomó en consideración el intento de sustituir el nombre de barrio de Portu por el barrio de la República. Entre las decisiones tomadas en el pleno del ayuntamiento, hubo otras dos especialmente importantes. Por un lado, felicitar al ministro de Instrucción Pública, a través de una nota, por el decreto que aceptaba el bilingüismo en Cataluña y, por otro, la petición de que se hiciera la misma concesión a Euskal Herria. En la reunión celebrada una semana después, el hecho de haber recibido un telegrama del Ministerio de Instrucción quedó recogido en el acta.

 

 

El Estatuto

 

      La segunda decisión que la junta de mayo tomó para impulsar la redacción del Estatuto Vasco fue la de pedir al ayuntamiento de San Sebastián que reuniera a las corporaciones de toda la provincia. Aquella petición no fue del agrado de los concejales de la capital. Como la invitación dirigida al ayuntamiento donostiarra no se puso en marcha, en el pleno del 20 de mayo, precisamente, expresaron su descontento:

 

      Estimando que el trámite dilatorio de aquel Ayuntamiento no es compatible con la urgencia del estudio del asunto, adherirse al proyecto de la Asamblea de Municipios que patrocinan los alcaldes de Azpeitia, Vergara, Zumaya y Andoain para discutir y aprobar el Estatuto guipuzcoano; adherirse, asimismo, a la Asamblea de todos los Ayuntamientos del País Vasco, para acoplar el Estatuto Provincial al general del País, que debe ser presentado a las Cortes Constituyentes; mostrar su adhesión a la Comisión de los expresados alcaldes para la labor preliminar, hasta que la Asamblea o Junta general guipuzcoana constituya una Comisión permanente oficial.

 

      En el mismo sentido, el concejal Miguel Toledo fue nombrado delegado del pueblo para la labor de procurador del proyecto del Estatuto.

      La corporación municipal también aprobó una propuesta de la minoría conjuncionista: el 2 de junio de 1931, a las doce y media del mediodía, se unirían al acto de colocar un monumento para sustituir la Plaza Mayor por Plaza de la República. En caso de que la climatología fuese adversa, se aprobó que la comida se celebraría en el ayuntamiento. Además se hizo la petición de que aquel día, las bandas tocaran de manera regular la diana, el concierto y los bailables por la tarde y la noche.

 

 

Euzko Etxea, euskara, elecciones...

 

      Los nuevos aires que respiraba el ayuntamiento se dejaban notar también por las calles. El debate político cobró la importancia que no había tenido años antes y salpicó casi todos los eventos. Durante este período tuvieron una especial importancia los esfuerzos realizados por los partidos para reunir y organizar a sus seguidores, tras el parón impuesto en la dictadura de Primo de Rivera. De este modo, en mayo de 1931, la asociación nacionalista Euzko Etxea designó su nueva directiva. Éste fue el resultado: Hipólito Zubillaga presidente; Bonifacio Arbela tesorero; Hipólito Setién secretario; Angel Beristain, Alejandro Guerra y Severo Aramburu miembros de la comisión. La nueva directiva expresó su deseo de trabajar bajo el lema de “Jaungoikoa eta Lege Zarrak” (Dios y Leyes Viejas). Como sus miembros eran jóvenes y activistas, el corresponsal local escribió que los nacionalistas tenían puestas grandes esperanzas en ellos: «Zuzendaritza-batzordekide berriak irrikaz Jaungoikoa (bera gabe ez gara ezer) eta gure Euzkadi maitearen alde lan egitera animatzen ditu». Los demás grupos de derechas tuvieron más dificultades a la hora de reunir a sus miembros, y no hubo ningún centro carlista ni de la Unión Regionalista Guipuzcoana en Hernani, a pesar de que también tuvieran sus seguidores. Sus puntos de encuentro fueron las asociaciones culturales y de ocio. Acción Nacionalista Vasca (ANV), la escisión laica de los nacionalistas, tuvo un grupo de seguidores en el pueblo, pero no obtuvo mucho apoyo en las elecciones, menos del 1% en 1933.

      Los grupos izquierdistas disfrutaban de una organización más firme. A pesar de que la división de la época de la Restauración continuaba, esta vez los socialistas lograron un éxito mayor que el de los republicanos. De todas formas, durante los primeros meses, antes de que se definieran y se marcaran las distintas tendencias, trabajaron de manera conjunta y así se presentaron a las elecciones generales de 1931 y 1936. Los republicanos no contaban con el apoyo suficiente para adentrarse en la división de partidos que había en España y en Guipúzcoa, y permanecieron unidos. Tendremos que esperar hasta 1934 para asistir a la organización de la estructura de un partido republicano en Hernani, Izquierda Republicana. En el nacimiento de este partido hay todavía señales de la derrota sufrida en las elecciones del año anterior, así como el giro realizado por otros grupos republicanos (radicales sobre todo) hacia la derecha. Hasta entonces su punto de encuentro había sido el Centro Republicano. Los socialistas formaron su primera agrupación en Hernani en el segundo semestre de 1931, ya que antes sólo habían creado un sindicato. En 1932, junto con la asociación principal que contaba con 18 miembros, se creó también Juventud Socialista, con la intención de reunir a hombres y mujeres de entre 15 y 35 años. También se creó un Grupo Artístico para organizar diversos festejos. Los comunistas también contaban con su propia organización. En un mitin en el Cine Ideal se propuso la creación de un centro comunista en el pueblo en noviembre de 1931, pero la idea tuvo escasa repercusión; tan sólo obtuvieron 22 votos en 1933[194].

      Durante los años siguientes esas organizaciones, tanto las de izquierdas como las de derechas, organizaron un sin fin de actividades, unas de carácter privado, como conferencias o fiestas, y otras de cara al público, con teatro, mítines, deportes y bailes entre otras; todas ellas aportaron un ambiente nuevo, dinámico y más intenso, a la vida cotidiana.

      El debate político se apoderó de muchos ámbitos. La enseñanza, por ejemplo, dio mucho de qué hablar en 1931. Para aquel entonces, podía percibirse cierto malestar entre los euskaldunes debido a la situación del euskara.

 

      Oraiñ egin dutena lotsagarria da, baserri ikastoletako irakasle buru (ikuskatzailea) euskara ez dakin bat, Oloriz andrea aukeratu dute. Emakume ona izango da, ta bear bada jakintsua, ez diot ezer kentzen, baña orren eginkizuna ongi betetzeko, euskara naita’ezkoa zen. ¡Gero ikasiko omen du, ala bearko!

 

      Aprovechando la ocasión, las andereños Miner y Martikorena se encargaron de la escuela nocturna impuesta por la política escolar republicana. La mayoría de los estudiantes eran baserritarras, es decir, jóvenes provenientes de zonas rurales. Del mismo modo, a finales de agosto, en el Salón Novedades de San Sebastián, se celebró un congreso bajo el título de Bilingüismo escolar, castellano-euskeldun que tuvo más de cuatrocientos participantes. Pero aquel acto no fue lo único que se realizó a favor del euskara. En agosto de 1932, por ejemplo, la organización Euskaltzaleak organizó en Hernani el Aur Eguna (El Día del Niño) y el Olerti Eguna (El Día de la Poesía) en las sociedades Xalaparta y Zintzotasuna respectivamente, con el apoyo del ayuntamiento y otras asociaciones. En ellos se ensalzó el trabajo del pedagogo local del siglo XIX Agustín Iturriaga. Dentro del debate político, el euskara también fue una herramienta de debate y discusión. Los nacionalistas recurrían, con frecuencia, a expresiones como «Erdara erabiltzen badugu pozez eta atseginez izango dira gure Aberriaren etsaiak» (Si usamos el castellano los enemigos de nuestra Patria estarán felices y contentos) para provocar a los izquierdistas.

      Las elecciones generales del 28 de junio de 1931 provocaron varias disputas en el municipio de Hernani. Los comicios fueron muestra de la nueva politización que vivía la localidad y nacionalistas e izquierdistas se dedicaron a lanzarse desafíos mutuos por calles y plazas:

 

      Gaurko auteskundeak ardura aundikoak dira euskaldunentzat, or dabiltza ezkertarrak gezurra dariotela, batzuk oletan, bertako langiliak bere alde biurtu nairik, onian ez bada, zitalkeria azalduaz, baserritan berriz, gezur biribilak esanez, laster berak bizi dirán etxe, ta antolatzen dituzten lurren jabe egingo dirala, baldin ezkerrari ematen badiote autarkia edo botua agintza oiek ezin bete litezke ori edozeñek daki, burua bere tokian daukanak beintzat bai. (...) Igandean gizon ta euskaldun ona zaren lez, azaldu zaite, gero damutu, ta umetxoak bezala negar egin gabe. (...) Elizkoya altzera; badakizu ze bota eman bear dezun. Euskalduna bazera, Euskal erria maite badezu, artu eramantzazu zure lagunak ere.

 

      Las súplicas no tuvieron mucho eco, ya que en las elecciones para diputados de las Cortes fue la izquierda la que venció en Hernani, testigo del cambio que había traído la nueva era (Apaolaza, 2003):

 

Justo Garate

Acción Nacionalista Vasca

733 votos

Juan Usabiaga

Derecha Republicana

733 votos

Enrique de Francisco

Socialista

732 votos

José María Amilibia

Unión Republicana

729 votos

Jesús María Leizaola

Nacionalista

518 votos

Antonio Pildain

Integrista

518 votos

Rafael Picavea

Independiente

517 votos

Julio Urquijo

Tradicionalista

516 votos

 

      En septiembre, argumentando que superaba los límites constitucionales que se estaban estableciendo, las Cortes españolas rechazaron el proyecto de Estatuto Vasco. Al poco tiempo, en cambio, los defensores del voto femenino se alegraron muchísimo: el 1 de octubre, con 161 votos a favor y 121 en contra, es decir, por 40 votos escasos, el Congreso concedió a la mujer el derecho al voto.

      Junto con el debate del estatuto, los asuntos religiosos también ocuparon un lugar importante en las discusiones políticas, por ejemplo, cuando en 1932 se discutieron los presupuestos del ayuntamiento. A pesar de que se preveía una suma de dinero destinada a ayudar a la parroquia, como el pueblo no podía olvidar los problemas derivados de la crisis laboral, la corporación municipal debatió largamente antes de tomar la decisión final. Al mismo tiempo, en la recta final de 1931, el 9 de diciembre, las Cortes aprobaron la Constitución Republicana. Teniendo en cuenta que la ley establecía que España era un estado laico, la Iglesia Católica se quedó sin ayudas, tras decidir que el ayuntamiento no destinaría un sólo céntimo a ninguna “secta”. Ese mismo mes, en el cementerio local, se derribó el muro que separaba las tumbas de católicos y no católicos. Aquellas decisiones dieron paso a un gran revuelo en un pueblo con gran número de fieles. Si los datos son correctos, las comuniones que hubo tras los ejercicios espirituales organizados en marzo de 1935 en un pueblo de 6.200 habitantes fueron más de tres mil:

 

      Ostegunian, aurtxoak, laureundik gora. Ostiralian, neskatxak, bosteundik gora. Larunbatean, emakume ezkonduak, zazpireundik gora. Igandean, gizasemeak, mila seieundik gora. Guztira lau egunian, iru mila fededunetik gora Jauna artu dute.

 

      En febrero de 1932, por el contrario, el ayuntamiento tomó otra decisión significativa: retirar los crucifijos de las escuelas y el Corazón de Jesús del Ayuntamiento. El Viernes Santo, a pesar de contar con el permiso del gobierno, no hubo procesión alguna en el pueblo. José Ariztimuño Aitzol celebró la misa mayor a las diez de la mañana para las mujeres del pueblo. Por la tarde, tras rezar el Santo Rosario, en la sala Zintzotasuna (se encontraba en el edificio donde confluían las calles Elcano e Izpizua), Maria Luisa Oñatibia, presidenta de la Asamblea de Mujeres Nacionalistas pronunció una conferencia. El tema fue la Santa Cruz. Después, a las cinco y media, Aitzol, «el indiscutible conferenciante y gran sociólogo, alma y vida de la Solidaridad de Obreros Vascos», habló a las mujeres sobre un tema de carácter social.

 

 

La tormenta

 

      El desempleo continuó siendo el gran problema para muchos hernaniarras en 1932 y, junto con la situación política, a medida que avanzaban los meses, el ambiente iba enrareciéndose cada vez más. Preocupados por el descenso de los ingresos de los trabajadores, y para hacer frente a la crisis laboral (una de las soluciones era aumentar las obras en el pueblo), el ayuntamiento decidió estudiar la petición de la Federación Local de las Asociaciones de Trabajadores. Sin embargo, la petición para sustituir el nombre de barrio de Florida por el de Pablo Iglesias no se tomó en consideración.

      En junio, fue muy activa la campaña a favor del Estatuto que se llevó a cabo en Hernani. También lo fue en Lasarte. El proyecto de autonomía fue tema de numerosas pintadas en las calles de la localidad. Cualquier excusa era legítima para incrementar las disputas entre izquierdistas y nacionalistas, y eran constantes las invectivas que se lanzaban unos a otros. Un corresponsal jeltzale de la vecina población de Astigarraga, que utilizaba el pseudónimo de Arrapazak, redactó un escrito hablando sobre el Estatuto y provocando a los republicanos:

 

      Oyek egiten dute ba erderaz negar egin eta euskaraz jan. Eta orí igiten ere jakin egin bear da. Guk euskotarrakez degu orren azal gogorra. (...) Ezkertiarrak zergatik aurka juan dira? Estatutoa “separatista” delako? “Katolikoa” delako? Ez mila bider, ez. Zer gatik ba? Garestia delako Españarentzat. (...). Oyen tartean gertatu daña auxe da. Amar bat lagun kendu oyetatik, eta ez dakite zer den estatutoa, ez dute ba irakurri eta egin ba dute ere, ez dute ulertu.

 

      Por si el estruendo de la política en Hernani no era suficiente, la naturaleza también se hizo notar en julio. Los pedruscos de 50 y 60 gramos que cayeron durante una tormenta causaron numerosos daños en los cultivos: más de un plantación quedó destrozado.

 

 

Fiesta patriótica

 

      Así las cosas, el nacionalismo cobró gran fuerza en Hernani, y fue éste el grupo más dinámico entre las fuerzas políticas. Al contrario que lo que ocurre hoy en día, sus actividades primaban los actos de ocio sobre los políticos. Muestra de ello es la “fiesta patriótica” organizada por Emakume Abertzale Batza (Agrupación de Mujeres Nacionalistas) el 25 de septiembre de 1932, aprovechando la bendición de las ikurriñas de los grupos de montañeros (Mendigoizale) e infantil (Euzko Gaztetxo). Emakume Abertzale Batza era una organización que reivindicaba una mayor participación de la mujer en la vida política, además de en las labores del hogar. En Hernani se reunía en el segundo piso del batzoki. Los jóvenes varones se agrupaban en la Juventud Vasca, Euzko Gaztedi; las chicas, en cambio, en la organización Umetxoak, como monitoras.

      Para que tal evento tuviera gran repercusión, realizaron un importante esfuerzo. «Abertzale izena duenik ez dedila gelditu egun orretan Ernanira etorri gabe, emengo areriyo ezkertarrai erakusteko abertzaletasunaren indarra». La prensa se hizo eco de varias llamamientos de ese estilo los días anteriores al evento. Sin embargo, la fiesta tuvo que competir con la romería vasca que cada año se organizaba el mismo día en Lasarte, y los organizadores temieron que le quitara protagonismo:

 

      Zer edo zer kenduko dionik ez det esaten bañan Ernani orren abertzaletasunaren bearrean arkitzen dan ezkero ¿ez al dute ezagutuko, batez ere, abertzale zintzoak diranak, bear bearrezkua dala egun orretan (herrira) etortzea?

 

      Guk ere lan pixka egin bear degu, gure lagun eta adixkide abertzale ez diranak eramateko, batez ere, baserritar eta langile artian itzaldi aberkoi aiek entzun ditzaten, Jaingoikua eta Lege zarraren alde, bear aundiya daukan Ernani ontan.

 

      Las invitaciones para tomar parte fueron constantes en los periódicos nacionalistas. El eslogan «Abertzaleak, euzkotarrak, igandean denak Hernanira» (Abertzales, vascos, el domingo todos a Hernani) se repitió muy a menudo, así como la declaración de que sería «abertzaletasunaren egun aundia» (el gran día del nacionalismo). «Abertzaletasunak indar gutxi daukan errira etorri bear dezu, JEL azia zabaltzea gero igali ugari jaso nai badegu».

      También se realizó un llamamiento a los ciudadanos para que acudieran a las charlas donde explicaría qué eran y para qué servían el nacionalismo y Solidaridad de Trabajadores Vascos. Los organizadores subrayaban una y otra vez que los vascos debían estar afiliados en la Solidaridad de Trabajadores Vascos. Con el temor de que la romería de Lasarte le hiciera sombra al evento, los organizadores aumentaron sus esfuerzos por sacarlo adelante.

 

      Lasarte auzoan eusko erromeya omen da. Baita Ernanin ere. Baña emen euskotar erromeri jatorra. Eusko abertzale erromeya. Zumarrako trikitixa, Usurbilko dultziñeroak eta Ernaniko txistulariekin. 24 urte banitu nik ere zer irrintzi oju ta dantza egingo nituzke.

 

      El llamamiento iba dirigido a los nacionalistas de todas las localidades de Guipúzcoa, pero los nacionalistas hernaniarras más fervientes suplicaron para que, sobre todo, los nacionalistas de Tolosa e Irún no faltaran a la cita:

 

      Ernani’k zuen jai etarako erantzun duen bezela ziur gaude zubek ere berdin erantzungo diozutela gure deiari.

      Abertzaletasunaren bear-bearrian arkitzen da, Ernanin. Ezkertarrak dauzkagu nagusi. Euskotar zintzo, Jaungoikoa ta Lege Zarra’ren jarraitzalea baldin bazera, etorri datorren igandean Ernani’ra, ez zaizu damutuko, zergatik zure aurpegiak ezagungo du etxera biurtzerakoan, pozez eta atsegiñez beterik zuazela egun alai bat igaro eta Jel-Alderdira’ko lagun batzubek geiago irabazi diralako.

 

      A todos aquellos que tenían intención de acercarse a Hernani se les pidió que lo hicieran portando banderas y ataviados con pañuelos con los colores nacionalistas atados al cuello. Y para aquél que llegara sin nada, por una peseta, podría comprarlo “barato, muy barato” en la tienda de Epelde, en el número 44 de la Calle Mayor. Los organizadores de la fiesta lanzaron una especial invitación a los baserritarras y trabajadores vascos, animándoles a que acudieran: «Zuek ere emen ikusi nai zaituztegu». «Altzetak euskaraz eta Izurieta jaunak erderaz, jarriko zaituzte jakiñan gañían, Abertzaletasuna eta Euzko Langillen Elkartasuna zer dirán, zertarako dirán, egi aundiakin erakutsiaz, euskaldunak, Euzko Langillen Alkartasunian izenpetubak egon bear dezutela».

      El día de la inauguración del edificio comenzó con la diana de los hermanos txistularis Ugalde, a las seis y media de la mañana; después, llegó el turno de los dulzaineros de Usúrbil. El cortejo se dirigió hacia la parroquia a las nueve. La bandera de los mendigoizales, con la madrina Ramonita Miranda a su lado, la portó el presidente de esa organización, Angel Tormes, asesinado posteriormente en el otoño de 1936.

      En la misa mayor participó el coro Euzko-Abesbatza compuesto por trescientas voces. Una vez finalizada la ceremonia, el coadjutor de la parroquia, Alejandro Mendikute, que también fue ejecutado durante la guerra, bendijo el nuevo local. Del mismo modo, colocaron también la imagen del Corazón de Jesús. La oferta cultural estuvo compuesta por los dulzaineros de Usúrbil, tres txistularis y ocho grupos de ezpata-dantzaris, trikitixas y bertsolaris. Se reunieron unas 170 personas para comer. Por la tarde, mientras Julene Urzelay intervenía en el mitin del quiosco de Tiloeta, comenzó a llover intensamente, lo que hizo que la gente se moviera en busca de resguardo y el acto tuvo que finalizar. Así y todo, los nacionalistas locales quedaron satisfechos con la respuesta obtenida. No obstante, el final del año no fue nada tranquilo. En noviembre, la tensión aumentó y la decisión de destituir a un vigilante nocturno provocó una gran disputa. La fuerza pública tuvo que intervenir para restablecer la “situación de paz”y hubo un total de doce heridos en los incidentes.

 

 

El alcalde nacionalista Miguel Toledo

 

      1933, a pesar de ser un año de elecciones, tuvo un comienzo alegre, ya que los carnavales de aquel año fueron unas fiestas excepcionales; las comparsas de los caldereros y los zapateros y la fiesta de disfraces organizada en la Sociedad Urumea crearon gran ambiente y en la calle también se vivió la fiesta con mucha intensidad. Las de los siguientes años, en cambio, no destacaron en nada, a veces por el mal tiempo, en otras por la situación sociopolítica. Por otro lado, en abril, sucedió algo que rompió la monotonía cotidiana: el robo en la sucursal del Banco Guipuzcoano, a golpe de pistola, en el que los ladrones, tras robar 12.000 pesetas, se dieron a la fuga.

      El día 23 de ese mismo mes, se llevaron a cabo nuevas elecciones municipales, ya que, el gobierno español había disuelto los ayuntamientos elegidos sin lucha en 1931 y volvió a llamar a los ciudadanos a las urnas. Esta vez se presentaron tres listas en Hernani y los jeltzales fueron el grupo más fuerte: los nacionalistas consiguieron 6 concejales, la coalición de izquierdas obtuvo 4 y tan sólo fueron 3 los independientes del nuevo ayuntamiento. De todas formas, los jeltzales y los independientes se presentaron juntos en varios distritos. El 80,87% del censo emitió su voto, un ejemplo evidente del grado de politización y de lucha que se vivía en la localidad. El 10 de mayo, miércoles, se llevó a cabo la constitución de la corporación en el ayuntamiento. Habiendo recibido ocho votos a favor y cinco en contra, Miguel Toledo Alberdi fue elegido alcalde. Para desempeñar la labor de teniente de alcalde fue elegido Luis Achucarro Zubillaga (nacionalista); los independientes José María Puig y Lázaro Lujanbio Beldarrain fueron nombrados segundo y tercer teniente de alcalde. En 1934, como resultado de la campaña llevada a cabo por los ayuntamientos vascos en manos de jeltzales y socialistas, la mayoría de los concejales dimitieron, y, el gobierno derechista designó a José Mari Puig Villar para sustituir a Miguel Toledo en el cargo de alcalde.

      Los jeltzales no eran los únicos que buscaban movilizaciones multitudinarias. En mayo de 1933, los izquierdistas organizaron una gran reunión en el pueblo que también fue objeto de muchos comentarios. Fueron muchos los que se unieron a la movilización convocada por la izquierda; además de los hernaniarras, numerosos asistentes se acercaron en tren y en tranvía desde varios puntos de la geografía guipuzcoana. Pudieron contemplarse numerosas banderas republicanas, así como izquierdistas ataviados con pantalón azul y camisa roja.

      También se produjeron otras transformaciones en la vida cotidiana. Por poner un ejemplo, viendo el horario inadecuado de trenes que tenía la Compañía del Norte, el empresario Perurena puso en marcha un nuevo servicio de autobuses para facilitarles a los hernaniarras el viaje a San Sebastián. Además del que había hasta entonces por la mañana, empezaron a ofrecer otro servicio también por la tarde. También se produjeron algunas tormentas. A pesar de que en Hernani no tuvieran mayor relevancia, en muchos puntos de Lasarte el granizo dejó importantes daños: se llegaron a perder cultivos de alubias, maíz, la cosecha de las manzanas, etcétera.

 

 

El referéndum

 

      A medida que se acercaba el referéndum del Estatuto, el ambiente se fue caldeando en el pueblo, a pesar de que el discurso de los nacionalistas, por ejemplo, fuera triunfalista. Era muy común encontrar en medios de comunicación de esa ideología innumerables alabanzas al Estatuto:

 

      El baserritarra no será de los que menos saldrá ganando, serán defendidos los intereses de empleados y obreros; a las madres no les llevarán sus hijos con motivo del servicio militar fuera de Euzkadi; a los estudiantes y por lo tanto a sus padres, puesto que tendremos Universidad Vasca y con esto además de evitar gastos de desplazamiento, podrán los estudiantes ser vigilados de cerca por sus padres y hasta estudiar una carrera desde su misma casa.

 

      Los llamamientos de los nacionalistas se dirigieron no sólo hacia los izquierdistas, también los abstencionistas eran objeto de muchos de los mensajes de la campaña. Así, también se podían leer o escuchar “alabanzas” tales como «vaya tonto», «no tiene buenas intenciones» o «no votar es votar en contra».

      Fueron muchos los hernaniarras que tomaron parte en el referéndum a favor del Estatuto y el resultado de los votos positivos fue semejante al de los participantes. De los 3.427 hernaniarras que tenían derecho al voto 2.855 lo hicieron a favor del proyecto estatutario, 175, en cambio, lo hicieron en contra. Por lo tanto, el Estatuto recibió un apoyo del 89,52% del censo electoral.

      Tan pronto como acabó la votación, a todos aquellos que habían ejercido su derecho al voto no les quedó mucho tiempo para sacar conclusiones. El jefe de gobierno Manuel Azaña dimitió el mes de septiembre y el presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, convocó elecciones generales para el 19 de noviembre. Los mensajes de los jeltzales para que les votaran fueron muy claros:

 

      Por vosotros mismos, por vuestros hijos, por la Patria, votad la candidatura nacionalista, dad una vez más una prueba de vasquismo depositando en las urnas la candidatura dispuesta a traeros el Estatuto.

 

      El resultado de Hernani, y en general, el de Guipúzcoa y Vizcaya, supuso una gran victoria para los nacionalistas. Además, hay que tener en cuenta que la coalición de centro-izquierda que había ganado las elecciones anteriores se había roto y cada partido se presentó por su lado. El resultado muestra perfectamente la fuerza de cada partido político en Hernani:

 

Jesús María de Leizaola

Nacionalista

1220 votos

Manuel Irujo

Nacionalista

1120 votos

Rafael Picavea

Nacionalista

1057 votos

Juan Antonio Irazusta

Nacionalista

1110 votos

Telesforo Monzon

Nacionalista

1144 votos

 

 

 

Juan Usabiaga

Republicano

140 votos

Nicolás Bizcarrondo

Republicano

133 votos

José Miguel Gomendio

Republicano

109 votos

Manuel de la Torre

Republicano

122 votos

 

 

 

Enrique De Francisco

Socialista

789 votos

Federico Angulo

Socialista

772 votos

Julia Alvarez

Socialista

779 votos

Toribio Echeverría

Socialista

786 votos

 

 

 

María Rosa Urraca Pastor

Derechista

146 votos

Ramiro de Maeztu

Derechista

268 votos

Antonio Pagoaga

Derechista

151 votos

Agustín Telleria

Derechista

153 votos

 

 

 

Juan Astigarribia

Comunista

21 votos

Jesús Larrañaga

Comunista

21 votos

Ricardo Urondo

Comunista

18 votos

Luis Zapirain

Comunista

22 votos

 

 

 

José Imaz

Acción Nacionalista Vasca

14 votos

 

      En España fue la derecha la que ganó las elecciones. Manuel Azaña quedó sin posibilidades de seguir gobernando, así que Alejandro Lerroux, líder del Partido Republicano Radical, fue nombrado jefe del gobierno. En Hernani, los nacionalistas se mostraron satisfechos con los resultados. Sin embargo, manifestaron su malestar con los izquierdistas, ya que les imputaban haber alterado el orden público durante las elecciones municipales y las generales. El escrito que apareció en la prensa bajo la firma de Hernaniar bat refleja la tensión entre los izquierdistas y nacionalistas:

 

      El pasado domingo fue una verdadera vergüenza; fueron apedreados nuestros autos y herido en la frente un querido amigo nuestro, al romperse de una pedrada lanzada por uno de esos cipayos, el parabrís de uno de los autos.

      Otros muchos desmanes cometieron y quisieron cometer los tan ‘educados zurdos’; hubo quien tiró de pistola, y quienes quisieron apalear a dos guardias que siempre se han distinguido por su honradez y, sobre todo, por el cumplimiento de su deber y mucho valor.

      Voy a recordarles a los señores de la izquierda alguna frase que empleaban muy a menudo antes de las elecciones municipales.

      ‘El Ayuntamiento actual no representa al pueblo de Hernani, que vengan las elecciones y entonces se verá’.

      Pues bien, las elecciones vinieron y vosotros los ‘zurdos’ os llevasteis una soberana paliza y una desilusión enorme, porque creáis que los electores os iban a hacer representar al pueblo.

      Han venido estas elecciones y solamente los nacionalistas (para las elecciones de concejales hubo unión de derechas) os han inflingido una gran derrota, sin necesidad de coaccionar como vosotros, sino limpiamente.

      ¡Y todavía seréis vosotros el pueblo! ¿Qué hubiera sido de nosotros si hubieseis triunfado en ambas elecciones? Pues nada; hacía tiempo que hubiéramos tenido que emigrar a otras tierras.

      Pero no; gracias a Dios y mal que os pese, el pueblo de Hernani no está con vosotros; cada día tenéis menos adeptos y la gente de orden no está ni puede estar con vosotros.

 

      La mayoría de los actos que por aquel entonces se organizaban tenían gran connotación política. En algunos casos, además, no se trataba de una connotación cualquiera; buena muestra de ello es la cena que se celebró a finales de 1933. Y es que Emakume Abertzale Batza había organizado un curso de cocina que finalizó con una cena. El menú fue bastante particular: “Arroz Euzkadi”, “Huevos al Estatuto”, “Pollo a la Urraca” (Rosa Urraca fue una de las candidatas derechistas en las elecciones de 1933 y tuvo relación con los fusilamientos de octubre de 1936), “Angulas libres” y “Postre Victoria”. Después, las mujeres bailaron algunas danzas locales. Durante los días siguientes, se reunieron en la sede de Emakume Abertzale Batza para confeccionar ropa para los necesitados.

 

 

«Pequeña Chicago»

 

      No fueron pocas las huelgas y disputas de 1934. Mientras duró el Bienio Negro, el ambiente de Hernani se volvió tan tenso que recibió el mote de “Pequeña Chicago”. Muestra de aquello fue el conjunto de actos cometidos el primer semestre de ese año: dos muertes violentas, 153 robos y dos intentos de violación.

      No se trataba sólo del caso de Hernani. También en el resto de Guipúzcoa y de España se produjeron bastantes incidentes, y se encendieron las alarmas entre las autoridades. Siguiendo el decreto del Consejo de Ministros del 7 de marzo, Emeterio Muga Diez, gobernador civil de Guipúzcoa, notificó el bando que había impuesto el Estado de Alerta en toda España. Al día siguiente, día 8, fue publicado en la prensa del territorio.

 

      En virtud del mencionado decreto queda mi autoridad facultada para adoptar medidas excepcionales”. (...) “Espero de la cordura y sensatez bien probadas hasta hoy de los nobles hijos de Guipúzcoa que no habrá lugar a adoptar medidas extremas para mantener la paz social y evitar la más ligera perturbación del orden público.

 

      Pero el problema más grave todavía estaba por llegar. En marzo, se propagó entre los habitantes del pueblo la noticia de que el expresidente del gobierno, el general Dámaso Berenguer, se alojaba en Hernani. Como consecuencia de la crisis socioeconómica que vivía España, el dictador Primo de Rivera, tras haber permanecido en el gobierno durante siete años, presentó su dimisión al rey Alfonso XIII en enero de 1930. Éste decidió reemplazarlo por Dámaso Berenguer Fusté (1878-1953). Berenguer permaneció en el cargo hasta el 14 de febrero de 1931. En 1934, con la intención de cumplir la condena que le impuso la Comisión de Responsabilidades creada por el Congreso de los Diputados, el general se instaló en Hernani junto con su hija Anita, en la Villa Albenia del barrio de Antziola, propiedad de su hermano Luis. Tres meses después, el 6 de junio, otro de sus hermanos, el también general Fernando Berenguer, fue asesinado a la entrada de la villa, mientras esperaba en la parada del tranvía a su hermana Dolores que venía de San Sebastián. Unos días después, el anarquista Emiliano Huertas asumió el asesinato, tras ser detenido por la policía, junto con otras dos personas.

      Hacía años que no se veía a la Guardia Civil por Hernani. A finales del XIX (en 1889), desaparecieron el cuartel que había existido en el pueblo, y fueron los miqueletes quienes ocuparon su lugar. Aquella situación se prolongó hasta 1934. Y es que, tras el asesinato del barrio de Antziola, la presencia de la Guardia Civil en el pueblo se hizo permanente.

 

 

La revolución de octubre

 

      Una vez transcurrido el verano, el ambiente se encrespó, debido al intento de revolución del PSOE. El 6 y 7 de octubre hubo alzamientos revolucionarios en Cataluña y en Asturias; también, con menor intensidad, en el resto de España. En Hernani los socialistas convocaron una huelga general y llevaron a cabo varias acciones violentas. El mismo día 6, atacaron a la Guardia Civil e hicieron explotar varios artefactos en diferentes puntos del pueblo. Como consecuencia, el ejército tuvo que patrullar por las calles del pueblo. También realizó registros en las viviendas y varias detenciones. Tras al alzamiento se hizo una valoración de los daños sufridos en el pueblo. Se dijo que los daños causados por los explosivos en la red telefónica ascendían a 16.000 pesetas. Como resultado de aquellos hechos varios hernaniarras fueron detenidos y fueron llevados a la cárcel de Ondarreta, hasta que se les sometió a un consejo de guerra. Muchos otros huyeron al extranjero y no regresaron hasta la amnistía que otorgó el Frente Popular tras ganar las elecciones de febrero de 1936.

      Los días siguientes la prensa dio a conocer las acciones que el comité revolucionario del pueblo hubiera llevado a cabo de haber triunfado al alzamiento. Tras escuchar la “señal acordada”, los rebeldes, organizados en grupos de diez personas, tendrían la responsabilidad de llevar a cabo dichas acciones. Un grupo, por ejemplo, con un tal González de apellido como jefe, tenía la misión de volar los puentes del tranvía de Errotaburu y Antziola. De haber sido necesario, también el de Carabel. Además, si hubieran tenido alguna resistencia, los puentes de Latxunbe y Lizeaga hubieran tenido el mismo final. El objetivo de otro grupo era el robo de coches y armamento. Un tercer grupo, compuesto por J. Gimeno, José Altolaguirre, J. Celayeta, J.M. Aizpurua, Z. Zubeldia, A. Gómez y J. Pérez, tras dejar inservibles las campanas, tenía como meta detener a los autoridades. Los rebeldes tenían como objetivo asustar a los serenos, desarmarlos, y tan pronto como los hubieran metido en el ayuntamiento, apresar al secretario y hacerse con las llaves. Asimismo, pretendían hacer firmar al secretario un documento que nombraba a los nuevos mandatarios del pueblo. La lista de gente que querían hacer prisionera era tan larga como variada: incluía a Miguel Toledo, el alcalde nacionalista; el sacerdote Alejandro Mendikute; el médico tradicionalista Irigoien; el nacionalista Angel Tormes; el nacionalista independiente Armendariz; Isidro Olloquiegui Garin Eltzekondo, miembro de STV, un hombre muy conocido por su fortaleza física y su afición a la lucha grecorromana y a los pulsos, etcétera.

      Una semana después del fracaso del intento revolucionario, el gobernador militar León Carrasco explicó, tras haber recopilado información sobre los sublevados de Hernani, que se trataba de la obra de una organización compuesta por jovenzuelos. Los miembros de la corporación municipal no compartían esa opinión. Las intenciones de los rebeldes les habían provocado un gran malestar:

 

      Emen dabiltza istiluk, Udala zinegotzi ordezkuak bilatu eziñik, batak batak ez dula nai, besteak lan asko dula, bestea gaxo dagola ta abar. Zeintzuk juango ote dira? Egun asko igaro baño len jakingo da.

 

      Dos días antes de que el comité revolucionario asturiano se rindiera, el 20 de octubre, cuatro hernaniarras que no llevaban documentación fueron detenidos cuando intentaban cruzar la frontera de Irún. Se responsabilizó a estas cuatro personas, que habían huido de Hernani de formar parte del movimiento revolucionario. Se trataba de Martín Celayeta Escalante, Juan Ibáñez Ayesa, José Altolaguirre Camarero y Sebastián Barral Azpeitia. Según los carabineros y la Guardia Civil, cuando se disponían a detener a los hernaniarras, uno de ellos intentó suicidarse, pero lograron impedírselo.

 

 

El juicio

 

      Los supuestos responsables del intento de alzamiento, treinta y nueve hernaniarras miembros de la UGT, fueron juzgados en agosto de 1935 en un consejo de guerra realizado en San Sebastián. La sede del Juzgado Militar se encontraba en la calle Garibay, en la que antaño había sido la Fábrica de Tabaco. Aquel juicio que dio comienzo el 29 de agosto a las nueve y media de la mañana levantó gran expectación. El juicio se llevó a cabo bajo la tutela del comandante y juez León Carrasco. Por otro lado, cinco abogados civiles fueron los encargados de la defensa de los detenidos.

      El fiscal militar José María Dávila inició la sesión con la lectura de la descripción de los acontecimientos del alzamiento de octubre. Se responsabilizó a los “elementos socialistas” de Hernani de afligir a los trabajadores que no se sumaron a la huelga general.

 

      Varios de los procesados se situaron en lugares estratégicos del paso de obreros al trabajo, se distribuyeron armas, se instruyeron los grupos según el plan trazado o siguiendo órdenes del partido y desarmaron a serenos y a un miquelete, al que condujeron a la Casa del Pueblo.

 

      Según el fiscal, tan pronto como los sublevados asaltaron la armería y atacaron a los guardia civiles que se encontraban solos en el ayuntamiento, dio comienzo el tiroteo entre las dos fuerzas. Dávila afirmó que, antes de aquello, los asaltantes habían conseguido pólvora, y que habían preparado bombas y otros explosivos. Asimismo, el fiscal les hizo responsables de emplear los explosivos para volar el despacho principal de la compañía telefónica del pueblo y los postes de luz. La fiscalía definió todo lo imputado a los acusados como sublevación militar, pero no pidió, como se había hecho en otros casos, ninguna pena de muerte.

      Después de la acusación, el siguiente en tomar la palabra en nombre de los acusados fue el abogado Eustasio Amilibia. Tal y como lo harían los otros cuatro abogados, fue negando uno a uno todos los cargos imputados por la acusación, y pidió que todos los detenidos quedaran en libertad. El juicio se interrumpió a la una y media del mediodía y la defensa prosiguió con su labor a las cuatro de la tarde. Tras haber escuchado las explicaciones de los abogados de la defensa que faltaban por hablar, el tribunal se retiró a deliberar. Pasaron unas horas hasta que se hizo pública la sentencia, ya que el veredicto se dio a las doce de la noche. A pesar de que el fiscal pidiera condenas de entre doce y treinta años de cárcel, las condenas de cárcel fueron de entre diez meses y catorce años.

      Angel Alcelay, Antonio González y Antonio Ormazabal recibieron condenas de prisión de catorce años. Manuel Ruiz, José Manuel Azurmendi, José López Moreno y Mariano López Fernández de doce años y un día. Angel Jiménez y Juan Ibáñez de doce años. Agustín Ibáñez de diez años. Gabriel Moncayo, Jesús Macazaga, José Altolaguirre y Martín Celayeta de cuatro años. Alejandro García, Cándido ¡caceta y Ramón Muguruza dos años. Se impuso una condena de año y medio a Castor Vidaurre, Juan Sánchez y Teófilo López. José Ormazabal y Roque Gil una pena de once meses, y para Amadeo Idígoras de diez meses. Además, a los procesados Teófilo López y Angel Jiménez, por delito de robo, se les impuso un castigo de seis meses y un día. Los otros dieciséis hernaniarras imputados quedaron en libertad.

 

 

Nuevamente a votar

 

      Al día siguiente del Día de Reyes de 1936, el 7 de enero, las Cortes fueron disueltas y se convocaron elecciones generales. Pasados ocho días, el 15 de enero, los partidos de izquierdas se unieron y formaron el Frente Popular. Los socialistas en un principio no querían unirse a Azaña y en aquel entonces, como en otros muchos lugares, no había un buen ambiente entre los miembros del PSOE. El partido estaba dividido en dos: por un lado, el sector revolucionario que lideraba Largo Caballero, opuesto a la coalición y, por el otro, los moderados dirigidos por Indalecio Prieto. Las localidades guipuzcoanas que más afiliados socialistas tenían eran Eibar, San Sebastián, Elgoibar y Rentería. Todas ellas partidarias de Prieto. Mondragón, Hernani, Irún, Plasencia, Tolosa y Pasajes, en cambio, estaban a favor de la doctrina de Largo Caballero. Pero, al final, aceptaron la coalición.

      El clima que se vivió durante la campaña llevó a más de uno a afirmar que las elecciones generales del 16 de febrero fueron una verdadera “guerra electoral”.

 

      Ezkertarrak esaten dute, [abertzaleok] eliza geiegi aitatzen degula; eskubikoak, berriz, masoiak gerala (...). Ezkertiarren “artian badira banaka batzuk, abertzaliai beren botoa emango digutenak, baña geienak euskal errian etsayak dira.

      Eskubitarrak berdiñ, Euskal-erriko jabe, aldi luzian izan ziran, ¿ta zer egin zuten gure izkuntza eta oitura ederrak goraltzeko? Ezertxo ez.

      Oiek emendik Madri’a bialtzen zituzten aldunak, Otzaurte’ko tunela igarotzerako aztutzen ziran. (...) Eskubitarretan ere badira ezauera dutenak, ta beren botua abertzaliai emango diotenak, guk guziai beso zabalak jarriko diogu ta pozez artuko ditugu.

      (...) Aldun abertzaliak gogotik alegindu dira kristautasuna eta abertzaletasuna goraltzen, beragatik berriz ere gure botua, berentzat izan bear du, ongi irabazia dute, Aldun zintzo ta langilliak izan diralako.

      Ezkertiarrak eta eskubitarrak, biotz oneko guziok, pakezale bazerate, zuen sendia, zuen erria, zoriontasuna izan nai baduzute, zuen botua abertzaliei eman.

      Au da biderik ederrena eta Jaungoikuak nai badu datorren astelenez ikusiko degu abertzaletasunak etsai guziak aixa zapaldu ditula.

 

      En España se impuso la izquierda, y a los tres días de haber conseguido la victoria, el 19 de febrero, Manuel Azaña, en representación del Frente Popular tomó las riendas del gobierno. Con la victoria, los exiliados que habían participado en la revolución de octubre de 1934 volvieron a casa. En Hernani, la diferencia que existía entre los tres colectivos en lucha quedó reflejada en los resultados de las elecciones. Aunque fuera por poco, ganó la izquierda:

Frente Popular

1.196 votos

PNV

1.181 votos

Coalición Contrarrevolucionaria

285 votos

 

      A finales de mes, Miguel Toledo Alberdi, nacionalista, fue nombrado nuevamente alcalde. En cuanto tomó el cargo, el ayuntamiento hizo frente a un problema que había estado evitando durante años, el relacionado con la petición de construir un cuartel de la Guardia Civil precisamente, y la respuesta fue un no rotundo. Unas de las razones que dieron para rechazar la construcción del cuartel fueron la situación del matadero municipal, la falta de agua, el hecho de que no hubiera biblioteca y que los profesores no tuvieran escuelas.

 

 

Segundo asesinato

 

      En marzo, la situación política del pueblo empeoró considerablemente. El día de San José, José Aranburu Lasa, un joven nacionalista de 18 años del barrio de Portu, fue asesinado en la Plaza Nueva cuando se dirigía al convento de las Agustinas. Tres sospechosos fueron detenidos inmediatamente. Carlos Rada, hijo de militares, Joaquín Gómez Sarasola Madrileño y León Arbizu Mateo fueron llevados a la prisión que había en el pórtico del ayuntamiento. El asesinato de Aranburu enfureció terriblemente a los seguidores del PNV. Los sospechosos, no obstante, quedaron en libertad. Muestra de la tensión reinante en todo el País Vasco fue el llamamiento que el Euzkadi Buru Batzar del PNV realizó para que sus militantes celebrasen el Aberri Eguna de 1936 cada uno en su casa.

      El 7 de abril, el presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora fue destituido de su cargo. En Hernani, se derribaron varias viviendas en la que hoy es la Plaza Nueva, y en aquel entonces era la Plaza de los Fueros, para ensanchar el camino en que confluyen las calles Kardaberaz y Perkaiztegi. Aquel mismo mes, se llevó a cabo una huelga en el sector de la construcción, en el casco urbano. Por otro lado, se eligió la nueva directiva de Izquierda Republicana, y Estanislao Orradre fue nombrado presidente de esta agrupación.

      La tensión era general en el pueblo, y la final de pelota de Txirri de 1936, en el frontón de Tiloseta fue una muestra del ambiente que se respiraba. Como los hernaniarras jugaban constantemente allí a pelota, era el punto de encuentro principal de los apasionados de la pelota de entonces. Txirri fue el núcleo de numerosas apuestas, pero la final de parejas fue mucho más que un acontecimiento deportivo. Los socialistas y los nacionalistas compitieron entre ellos. Joaquín Gómez Sarasola Madrileño (uno de los sospechosos de haber matado al jeltzale José Aranburu) y José Ormazabal (uno de los condenados por el intento revolucionario de octubre de 1934) formaban una de las parejas. Como contricantes tenían a los nacionalistas Damaso Uría y Juanito Apaolaza. La lucha entre los finalistas fue más allá de la cancha y se reflejaba también entre los aficionados que se habían acercado a presenciar el partido. Era tan grande la tensión entre socialistas y nacionalistas, que la fuerza pública tuvo que intervenir para evitar mayores incidentes. Parece ser que algunos espectadores estaban armados con pistolas. El partido se alargó y como había oscurecido, tuvieron que interrumpirlo y terminarlo al día siguiente. Después de pasar grandes apuros, los rojos Ormazabal y Gómez ganaron.

 

 

Ya viene...

 

      1936 también acogió un gran acontecimiento cultural. Tras realizar las eliminatorias en Tolosa, Azpeitia y Elizondo, en enero, en vísperas del día de San Sebastián, en el Teatro Victoria Eugenia que se encontraba abarrotado, se celebró la final del II Día del Bertsolari. En total participaron nueve bertsolaris. Iñaki Eizmendi Basarri, fue el encargado de proponer los temas. El errezildarra proponía los temas cantados en bertsos. El final del verso decía así: “gerra zitalen ondoren txarrak, azalduz bota bertsoa/ ta agertu sutsu zein geiagoka, beretzako gorrotoa”. Como los demás bertsolaris, José Manuel Lujanbio, el hernaniarra Txirrita, cantó tres bertsos, y el primero todavía ocupa un lugar importante en el bertsolarismo.

 

            Zenbat errezo egin izan det

            nere denboran elizan,

            ta pozik nago ikusirikan

            pakian nola gabiltzan.

            Ni naizen bezain kobarderikan

            iñor ezin leike izan,

            semeak gerra ez joateatik

            mutil zar geratu nintzan.

 

      Txirrita falleció el 3 de junio de 1936, un mes y medio antes del alzamiento. En las puertas de la Guerra Civil, el solterón se fue, pero los hernaniarras tuvieron que ir a la guerra.

 

 

2. La guerra civil en Hernani

 

 

El Hernani republicano

 

      Si con la proclamación de la II República el 14 de abril de 1931 el pueblo de Hernani se echó a la calle para celebrar su advenimiento, también lo hizo cuando estalló la guerra, al producirse la sublevación militar aquel 18 de julio de 1936, en esta ocasión con bien distintos fines, defender aquel régimen que después se definiría “de corta vida y larga muerte”. Aquel 1936 comenzó con un eclipse total de luna, presagio de los años de oscurantismo que después se avecinarían. Contaba entonces Hernani con 6.919 habitantes de hecho y 6.651 de derecho.

      Ya en la primavera de 1936 se presentía que algo se avecinaba. Las tensiones políticas, sociales, militares etc. estaban al orden del día, manifestándose no sólo en ciudades y capitales, sino también en pequeñas localidades como Hernani, como hemos visto en el apartado anterior. Cuando se produjo la sublevación del 18 de julio, la movilización hernaniarra fue inmediata y, en pocos días 250 jóvenes se alistaron dispuestos a tomar las armas en defensa de la República:

 

      Entre tanto [se iba a] celebrar una reunión en la Izquierda Republicana, (...) en la que estaban (...) todas las organizaciones (...) Darío Guzmán, (...) era el que presidía aquella reunión, (...) el 21 de julio, se echó un bando en el pueblo, invitando a todas las organizaciones y a todos que desearan de 18 a 45 años de edad y me presenté como voluntario en la que fui al día siguiente que me entregaron una escopeta de caza[194].

 

      Los combates y enfrentamientos vividos en San Sebastián aquellos primeros días encontraron pronto eco en Hernani, y no fueron pocos los hernaniarras de izquierda que tomaron parte en los mismos[196]. En aquellos enfrentamientos en la capital donostiarra fueron las fuerzas de izquierda CNT y UGT las que con su actuación posibilitaron la rendición de los sublevados y la entrega de los cuarteles de Loyola.

      Durante esos primeros días no hubo periódicos ni transportes en la localidad; bares y tiendas permanecieron cerrados y se comenzaron a ofrecer raciones de rancho en la Casa de Beneficencia: leche (a los recién nacidos, niños de corta edad y enfermos) pan, aceite de oliva y productos de primera necesidad.

      Aunque los enfrentamientos en torno a Hernani se producirían semanas más tarde, desde un primer momento se empezaron a organizar guardias a las entradas de la localidad y en puntos altos de la misma, con el fin de hacer frente a la nueva situación de guerra y preparar la defensa de la villa: en Tellerigaña o en la torre de la iglesia parroquial. También hubo patrullas de reconocimiento en los montes y zonas limítrofes de la localidad:

 

      ... Sobre el día 30 de julio... llamados por Juan Ibáñez,... unos 12 compañeros formamos una ronda volante [para] hacer el recorrido diario de Pikoaga a la posición de Onyi... Un día, sobre el 10 de agosto, después de hacer el recorrido [y después de comer como todos los días, en Pikoaga] nos mando el jefe que estaba al mando de aquel lugar que [diéramos] una vuelta hasta la presa de Abaño, jurisdicción de la provincia de Navarra. [Allí encontramos al enemigo] que en aquel momento estaba en dicha presa cerrando las compuertas y rompiendo los volantes e inutilizando la marcha completa de la central de Ubarrechena en la que se surtían [de] luz San Sebastián y otros puntos.

      Al día siguiente, día 11,... después de hacer el recorrido de siempre... fuimos a la presa... [con la intención de] abrir las compuertas... para [así ponerla nuevamente] en marcha... Muguruza... fue a buscar al encargado... [que nos dijo que sería] imposible... porque a la fuerza hacían falta los volantes y todo lo que podría[mos] hacer allí, era inútil...

      ... Muguruza [encontró] en el río un engrane que en el eje de las compuertas venía a la medida [y lo] intentamos... a duras penas nos daba resultado... para esto teníamos otros compañeros protegiéndonos en la parte de arriba del río. El enemigo se dio cuenta de lo que hacíamos... y... poco a poco [iban] avanzando a la presa... Cuando llegamos ya cerca terminada nuestra hazaña, nos obsequió... con un gran tiroteo, que nuestros compañeros contestaron con la sorpresa de ellos, que tuvieron que replegar... Así cumpliendo nuestro deseo pusimos otra vez en marcha la central de Ubarrechena...

      [Desde] el día 12 hasta aproximadamente al 16 continuamos con la misma misión del recorrido; sobre el 17 nos encargaron de llevar al monte Adarra a una sección de infantería del regimiento Careliano en la que regresamos sin ninguna novedad.

      El día 18 nos llevaron a una posición de ‘Argindegi’ a toda la cuadrilla volante, a ocupar para fijo con dos piezas de artillería... en la que estuvimos hasta la retirada de Hernani[197].

 

      Después de la constitución de la Junta de Defensa de Guipúzcoa el 27 de julio, y su correspondiente Comisaría de Guerra, también se formaron en distintas poblaciones las juntas locales[198], sobre todo en aquellas donde la izquierda contaba con una implantación mayoritaria; comités locales que se hicieron con el poder y la autoridad de las mismas. Casi simultáneamente dieron comienzo los registros, detenciones y “actos de justicia” que obedecían, principalmente, al avance de los sublevados, pero también a actos de venganza. Se produjeron así asesinatos, ejecuciones irregulares, incautaciones, requisas etc. Se trataba de una violencia dirigida contra los elementos derechistas que se localizó principalmente en la comarca de San Sebastián y en poblaciones como Irún, Deva, Mondragón... y Hernani.

      Como queda dicho, fueron los milicianos, los militantes de las organizaciones de izquierda, los que se encargaron de la defensa de la villa de Hernani, y otras localidades del territorio, incluida la capital, durante las primeras semanas, tras el estallido de la guerra. Los nacionalistas se cuidaban más de la defensa de iglesias y conventos además de proteger a personas de derechas, supuestamente partidarias de la sublevación. Los jelkides no tenían armas y no se sentían cómodos ante las acciones represivas de las izquierdas. En consecuencia, no participaron “activamente” en la guerra hasta más bien una vez ocupada San Sebastián y gran parte de Guipúzcoa.

      En ese contexto, al igual que en otras localidades, en Hernani, también comenzaron a producirse detenciones de personas de derechas, de ideología carlista o tradicionalista. Todos los detenidos fueron llevados a la cárcel o calabozos del Ayuntamiento, luego a la casa Bireben (en la calle Dos de Junio, actual Nafar kalea) y finalmente al convento de las Agustinas. Allí, fueron los militantes del PNV los encargados de su custodia. Poco antes de la entrada de las tropas de Franco en la localidad, los presos serían trasladados a Azpeitia, siendo después puestos en libertad. Alguno de ellos, sin embargo, fue trasladado a Bilbao, entre ellos se hallaba un militar retirado domiciliado en Hernani al que se le acusó de que tras un registro de su casa se localizaron tres fusiles antiguos y una colgadura con los colores monárquicos. Un industrial madrileño residente en Hernani: «persona muy significada de derechas, especialmente antinacionalista, que en las elecciones a Diputados a cortes del 16 de febrero de 1936 fue apoderado de la Candidatura Monárquica», no atendió la requisitoria del Frente Popular para entregar las armas, realizando dos disparos cuando los frentepopulistas iban a registrar su domicilio. Tras ser detenido el 19 de julio de 1936, fue trasladado a Bilbao, donde fue juzgado y condenado a 14 años de prisión.

      Con el avance del frente a lo largo de agosto de 1936, cada vez se veía más cerca la guerra. Tolosa fue ocupada por los sublevados el 10 de agosto y el 17 cayó Andoain, abandonada por los republicanos. Entre el 18 y el 23 de agosto, partes del municipio de Andoain y de Urnieta fueron intensamente bombardeadas por los aviones rebeldes, en especial las posiciones de Burunza donde se encontraban atrincherados los milicianos republicanos, que no fueron desalojados hasta el día 29. Sólo en esta operación, el mando fascista reconoció haber tenido 80 bajas mortales. Aunque el frente se estabilizó y se detuvo en aquellas posiciones, también en las inmediaciones del monte Onyi se produjeron enfrentamientos con tropas requetés que intentaban penetrar por la zona y tomar Hernani. Allí, unos 60 milicianos hicieron frente y consiguieron paralizar el avance de las tropas de Mola.

      La progresión fascista provocó, también, un reagrupamiento de los grupos republicanos que establecieron una línea defensiva en las alturas de los montes que rodeaban San Sebastián: Santa Bárbara (en el fuerte se colocaron baterías de artillería provenientes de los cuarteles de Loyola), Oriamendi, Santiagomendi... y que enlazaba con las alturas que conducían a Oyarzun. Junto con los voluntarios guipuzcoanos, en esta labor participaron milicianos provenientes de Asturias.

      El teatro de operaciones en la provincia se trasladó a finales de agosto al Bidasoa. Tras la ocupación de Irún y Fuenterrabía durante los primeros días de septiembre, se dio inicio al asalto de San Sebastián y se reanudaron los combates en la zona de Hernani, al igual que en la zona de Rentería-Pasajes. Entonces, ante la inminente llegada de los sublevados facciosos, gran cantidad de hernaniarras evacuaron la población, intentando salir vía Pasajes o San Sebastián hacia Francia o Bilbao.

      La población sufrió varios bombardeos, protagonizados por aviones italianos Savoia 81, que además de dañar varias viviendas del casco urbano (casa Prontxonia en la calle Cardaveraz, en el Paseo de los Tilos o en Goiz-Eguzki) causaron la muerte de tres vecinos, el 9 de septiembre: Juan Fernández Ugalde, Tomás Mendizabal Cortadi y Bautista Amiana Sasiain. Para defenderse de los bombardeos, se habían creado refugios en los sótanos de varias casas y en túneles subterráneos, en el barrio Liceaga, por ejemplo. Cuando se acercaban los aviones enemigos se hacían sonar las sirenas de las fábricas y las campanas de la iglesia parroquial para así dar aviso a los hernaniarras para que se refugiaran en aquellos lugares. Los milicianos republicanos, mientras, organizaron la defensa en el monte, en el fuerte Santa Bárbara. Además de las ya citadas piezas de artillería, se levantaron o abrieron trincheras en sus laderas. De esa manera, Hernani había vuelto a convertirse en plaza fortificada.

      El periódico Frente Popular escribió titulares como el siguiente: “Los bravos luchadores de Hernani” y narraba los hechos de esta manera:

 

      El enemigo ha concentrado su ataque contra Hernani desarrollando su fuerza tanto de tierra como aviación. La penetración se pretendía hacer por el valle por donde entra la vía férrea, para lo cual se concentró el ataque contra el fortín de Argindegi, cuyas baterías ligeras pudieron neutralizar dos tanques blindados y una oruga, ocasionando también quince bajas.

 

      En vísperas de la ocupación de Hernani, fueron arrasadas varias viviendas y casas de derechistas de la localidad en clara respuesta al avance rebelde. Las casas del sacerdote Don Juan María Larrea, en la calle Izpizua, y la de la familia Irigoyen, en la calle Dos de Junio, fueron dos de las destruidas y se intentó asaltar la parroquia. También se produjeron varios asesinatos en la localidad. Según un documento conservado en el Archivo Municipal de la villa, el nuevo Ayuntamiento de Hernani, remitió, en respuesta a la orden del Gobierno Civil de Guipúzcoa, con fecha de 22 de noviembre de 1937, la “Lista de personas asesinadas por los marxistas en esta localidad”. Son un total de cinco las personas fusiladas en la localidad hernaniarra durante el dominio republicano, entre los días 6 y 8 de septiembre de 1936[199].

 

«Lista de personas asesinadas por los marxistas en esta localidad»

N° de Orden

Nombre y apellidos

Edad

Profesión

Circunstancias del hecho

1

José Embid Tablares

78 años

Secretario del Juzgado

A pistola, a media noche, en la calle, sacándole de casa.

2

Herminia García Oroz

48 Id.

Esposa del anterior

Id. Id.

3

José Durán Velarde

42 Id.

Sargento de la Guardia Civil

A pistola, a media noche, al regresar a casa.

4

Germán Yanguas Fernández

44 Id.

Empleado del Ayunt° de SS

A pistola, a media noche, en la misma casa, delante de su esposa e hijos.

5

Miguel Gárate Ichaso

23 Id.

Abogado

Capturado de día en la vía pública y asesinado de noche

 

      La Causa General también incluye como muertos en Hernani a varias personas de Lasarte o que trabajaban en la localidad[200]. Se trataría de Ramón Mercero Yarza, de 30 años de edad, “antimarxista”, encargado de la designación de obreros de la empresa Michelín, muerto en el cementerio de San Sebastián el 2 de septiembre de 1936; el lasartearra Cecilio Umanes Díaz, de 34 años, caballista de profesión, de ideología falangista, muerto en Urnieta el 2 de agosto del936 y José Barrenechea Azpeitia, un guarda municipal de 57 años que murió el 12 de septiembre en Usúrbil, al salir «en persecución de los rojos que incendiaron Hernani». José Echeandía, por su parte, en la relación de muertos por la persecución rojo-separatista, incluye dos nombres más (1945): Gabino Arnalde Zubiarrain, muerto el 4 de septiembre del936 y Domingo Acebal, ambos probablemente de Lasarte.

      También se produjeron otra serie de actuaciones que posteriormente fueron anotadas en la Causa General[201]. Así las detalla otro documento del Archivo Municipal:

 

«Relación de tormentos, torturas, incendios de edificios, saqueos, destrucciones de iglesias y objetos de culto, profanaciones y otros hechos delictivos que por sus circunstancias, por la alarma o el terror que produjeron deban considerarse como graves...»

Fecha en que
se cometió
el delito

Sucinta relación
del hecho delictivo

Nombres y domicilio del perjudicado

Personas sospechosas de participación en el delito

Sus nombres
y apellidos

Su paradero actual

12/9/36

Incendio de las casas n° 11 y 13 de la calle Percaíztegui

Sucesores de Domingo Goenaga

Cesáreo Martínez Magallón

Murió

 

Incendio de la casa n° 14 de la calle Navarra, antes 2 de junio

Doroteo Irigoyen Arruti

Pedro Ormazabal Lasa

Murió

 

 

José María Larrea Olano

José Ant° Azurmendi Zabala

Hernani

 

 

 

Otros muchos indudablemente

 

Primeros días septbre. 36

Saqueo de comercio y vivienda

Julián Madina Muñoaga

Julio Alonso y D. Isasa, de Urnieta

 

 

Saqueo de vivienda

Jenaro Bermejo Ruiz

 

 

 

Saqueo de depósito de licores

 

 

 

 

Saqueo de establecimiento industrial

Adrián Loyarte

 

 

 

Saqueo de vivienda

Marcelina Arcelus

 

 

 

Saqueo de vivienda

Vda. de D. Quirino García

 

 

 

Saqueo de vivienda

Dámaso Berenguer

 

 

 

Profanación del templo parroquial, donde se hizo un disparo de arma de fuego

Iglesia Católica

Juan Goñi Lazcano

Prisión S.S.

 

Intento de incendio del templo parroquial

Iglesia Católica

 

 

Del 30/8 al 10/9/36

Saqueo del templo parroquial del barrio de Lasarte

Iglesia Católica

 

 

 

Saqueo de comercio

Miguel Azurza Zabalegui

 

 

 

Saqueo de comercio

Félix Nogués Arruti

 

 

 

Saqueo de comercio

Teodoro Añorga Añorga

 

 

 

Saqueo de estanco, droguería, bar y vivienda

José Barbé Yarza

 

 

 

Saqueo de restaurante

Vda. deYurrita

 

 

 

Saqueo de bar

Saturnino Mercero

 

 

 

Saqueo de vivienda

D. Rosendo Recondo Iraza, Párroco

 

 

 

Saqueo de carnicería

Ramón Yarza Arregui

 

 

12/9/1936

Saqueo de droguería; daños, 20.000 pesetas

Sandalio Landaribar Arrióla

 

 

12/9/1936

Saqueo de depósito de explosivos; daños, 35.000 pesetas

Isabel Echeverría, Vda. de Zubillaga

 

 

12/9/1936

Saqueo de comercio de don Luis Adarraga

Luis Adarraga Gorrochategui

 

 

9/1936

Saqueo de depósito de maderas y rocalla

Telesforo Amezua Uribeganecoa

 

 

9/1936

Saqueo de depósito de relojes

Luis Santa María Ansa

 

 

 

      Las tropas rebeldes dieron inicio el ataque a las posiciones de defensa republicanas de la zona tras la llegada de cerca de 700 falangistas gallegos. Fueron días de fuertes combates hasta el 11 de septiembre. Ese día, los defensores se retiraron de Santa Bárbara tras ser ocupados los montes circundantes por los nacionales. La mañana siguiente los sublevados facciosos entraron en Hernani.

 

      ... El día 8 de septiembre nos llevaron al frente de Usúrbil a 30 compañeros en la que regresamos al día siguiente sin ninguna baja... y regresamos a la posición de antes.... Fue herido el amigo Joaquín Zelaieta, el día 10, y al siguiente cayó Gaspar Aldasoro en que murió en el Hospital de SS a consecuencia de las heridas. El día fue de mucha actividad, el enemigo atacó con tanques y fue rechazado... atacó por segunda vez... y también se le rechazó... y [se] inutilizó [un] tanque en que ardió...

      Así continuamos hasta el día 12 en que el enemigo atacó fuertemente sobre Santa Bárbara con mucha artillería y aviación, sobre las 12 del mediodía se apoderaba de dicho monte y no tuvimos otro remedio que abandonar la posición... Pudimos salvar justamente una pieza de artillería de las dos que teníamos y la otra fue inutilizada por unos dinamiteros asturianos. Ya bajando al pueblo no había otra orden que la de aguantar hasta que de SS se [hiciera una] evacuación... e hicimos la retirada del pueblo sobre las 11 de la noche, que salimos a pie con mucha precaución carretera para Loretoki donde nos esperaban unos autobuses para llevar aproximadamente a unos 50 compañeros que evacuamos a Orio...[202].

 

      Con Hernani y Rentería ya en manos de los nacionales, se produjo el definitivo asalto a la capital donostiarra, que ante la imposibilidad de defensa y en previsión de poder ser incendiada y/o destruida se “entregó” prácticamente sin producirse enfrentamientos en la misma.

 

 

El Hernani carlista y español

 

      La entrada de las tropas nacionales en Hernani se produjo desde distintas direcciones: los falangistas gallegos desde las posiciones de Santa Bárbara, los requetés navarros desde el monte Onyi y por el barrio del Puerto. La ocupación estuvo dirigida por el coronel José Iruretagoyena[203]. Al poco de entrar los franquistas en Hernani, éstos dieron comienzo a la represión que la localidad vivió durante los siguientes días, semanas, meses y años. Así, se puso fin a la “aventura” republicana. A mediados de septiembre de 1936 se produjo un “eclipse” que duraría largos años. Se dijo que apenas llegaban a doscientas las personas que quedaron en Hernani el 13 de septiembre. La cifra, evidentemente exagerada, sí revela el gran éxodo que produjo la guerra, proporcionalmente mayor que el producido en San Sebastián, según los datos de la época. Para controlar a los ausentes se les precintaron los domicilios, precintos que sólo se podían quitar por expreso permiso de la nueva autoridad. Pero tampoco las personas que habían decidido permanecer en la localidad estaban fuera de peligro. Muchas de ellas fueron arrestadas y permanecieron detenidas en condiciones de hacinamiento e insalubridad, en los bajos de la casa Atsegindegi. Desde ese lugar, algunos fueron liberados, otros conducidos a la prisión de Ondarreta y otros fusilados e inhumados en su misma localidad.

      El nuevo Ayuntamiento se constituyó definitivamente el 3 de octubre, tras un fallido intento de formar el consistorio hernaniarra el 23 de septiembre de 1936. La formación del cabildo se paralizó al comparecer un miembro de la Guardia Civil con una comunicación de la Junta Carlista de Guerra en la que instaba a que quedara en suspenso la constitución hasta nueva orden. Esta llegó finalmente el día 3, tras un escrito en el que se comunica haberse “formado [el ayuntamiento] con fecha de anteayer por la Junta Carlista de Guerra de Guipúzcoa. Notifica también haber designado Alcalde al señor [Pablo] Morencos, Primer Teniente al señor [Julián] Madina y Segundo al señor [Teodoro] Zaragüeta”. Además, serían concejales: Ricardo Rezola, José María Puig, Francisco Arrózpide, Julio San Adrián, Miguel Marín, Ricardo Izaguirre, Juan Lizaso, José Arregui, Esteban Urbialde y Víctor Ochotorena [204]. Sólo Puig, alcalde en 1934, había pertenecido a la corporación elegida democráticamente en el periodo republicano.

      La nueva etapa estuvo marcada por diversas necesidades, entre las que destacan la necesidad de contribuir al esfuerzo bélico, el nombramiento de un nuevo grupo dirigente, el recuerdo a los “mártires” y la persecución de los rojo-separatistas. Así, los habitantes que permanecieron en la villa o regresaron a la misma conocieron nuevos deberes, tales como hacer donativos en favor de los sublevados, verdaderas “extorsiones encubiertas” de dinero, joyas, alimentos o ropas. La nueva corporación municipal empezó pronto a adoptar acuerdos que marcarían la vida de la localidad. Uno de los primeros fue asistir todos los domingos a la misa mayor en corporación, tocados con boina roja. Otras decisiones fueron entronizar el Sagrado Corazón, cambiar el nombre de la Plaza de la República por el de Plaza de España, y el de la Calle del Dos de Junio por el de Calle de Navarra «en reconocimiento de la Provincia hermana». Se destituyó de sus puestos a tres barrenderos y al encargado del cementerio por abandono del servicio.

      Poco a poco la vida “volvía a la normalidad”. Con algo de retraso se dio comienzo al nuevo curso escolar, curso en el que alumnos becarios de la República vieron truncadas sus ilusiones de seguir estudiando. Para desplazarse era preciso proveerse de un salvoconducto que inicialmente, sólo se daba en casos muy restringidos. Otro inconveniente era el manejo del dinero de curso legal, ya que los billetes tenían que ser estampillados, sin cuyo requisito no tenían valor. También se reglamentó de cara a la vida pública local el uso de banderas y colgaduras, llegando a aconsejarse que los cristales de las ventanas se cubriesen con papeles de colores que al trasluz formaban la bandera nacional. Hasta el 20 de diciembre no se reanudaron las proyecciones de películas en el salón local, el Zintzo, y a partir de entonces las recaudaciones fueron destinadas íntegramente al aguinaldo del soldado “nacional”.

      Una de las primeras tareas que realizaron los ocupantes fue impulsar el recuerdo de las personas fallecidas durante el control republicano. No sólo de los hernaniarras. Así, el 24 de octubre se celebró una misa en honor del político liberal donostiarra Jorge de Satrústegui, asesinado el 6 de septiembre, que era vocal del consejo de administración de la papelera Biyak Bat de Hernani. En reciprocidad, un mes más tarde, en Tolosa se celebró una misa por el secretario municipal de Hernani, José Embid, «vilmente asesinado» el 8 de septiembre. También se dio importancia a la recuperación de objetos religiosos robados los días inmediatamente anteriores a la ocupación de la localidad.

      El 28 de octubre se instaló en el piso primero del número 2 de la calle Mayor el Círculo Tradicionalista, centro de requetés. El 5 de noviembre se instaló en el mismo local el Círculo Femenino, las “Margaritas”. El local fue escenario, entre otras actividades, del rezo del rosario en honor de los distintos hernaniarras asesinados durante el periodo republicano. Iniciativas coincidentes con el nuevo estilo de vida fueron una exposición de ropa donada para el Ejército, el 14 de noviembre, y la organización de dos belenes portátiles uno de “pelayos” y otro de “flechas” en Navidad. Pero el acto más importante de todo el periodo se produjo el 29 de noviembre de 1936, cuando el Requeté local organizó una gran ceremonia con ocasión de la bendición de su bandera y la entronización del Sagrado Corazón. La prosa barroca e hiperbólica del periodismo franquista se explayó en todo su esplendor para dar cuenta de las ceremonias. Según La Voz de España más de 4.000 requetés, pelayos y margaritas tomaron parte en los festejos y «el orden fué perfecto y la organización admirable». Pero incluso así, tenían que reconocer que había balcones, cuyos dueños habían abandonado la villa, «solos y tristes». El resto,

 

absolutamente todos los demás, se hallan engalanados con colgaduras y muchos decorados con gusto, dando a la villa de Hernani un aspecto hermoso. Diríase más bien que se había vestido de rojo y gualda borrando para siempre el tinte liberal que la caracterizaba.

 

      Más allá de la retórica, era evidente que, vistos los resultados de las elecciones de febrero de 1936, donde la coalición de derechas había superado el 10% de los votos de forma muy ajustada, no podía haberse producido un vuelco sincero de la inmensa mayoría de la opinión pública hernaniarra. El miedo a las represalias y las amenazas nada veladas[205], cuando no la conveniencia de hacerse un hueco entre los vencedores provocaron tales manifestaciones de entusiasmo. Los propios informes del Gobierno Civil de San Sebastián nos muestran la situación, cuando al dar cuenta de los antecedentes de los concejales que formarían la corporación municipal en 1943 señalan que la mayor parte de ellos se afilió a la Comunión Tradicionalista después del inicio de la Guerra Civil.

      A finales de 1936, concluida ya la Guerra Civil en el municipio, Hernani contaba con 4.802 habitantes de hecho (6.919 en enero) y 6.840 de derecho (6.651 a comienzos de año).

      La represión que se había iniciado de forma inmediata continuó en los años siguientes, porque eran muchos los que se habían desviado del “recto camino”. La nueva corporación en sesión del 16 de marzo de 1937 señaló que

 

son todavía muchos los que no se han compenetrado de los elevados móviles del glorioso movimiento militar (...) de la necesidad imperiosa la de españolizar el pueblo dándole a conocer toda la historia de España en los veinte siglos que lleva de existencia.

 

      También propuso que «sea colocado el pergamino que... para conmemorar el gran triunfo de las Armas españolas obtenido en este pueblo por el heroico Ejército nacional del Generalísimo Franco». De igual manera se procedió a la revisión de los nombres de escuelas y grupos escolares «con el fin de que su denominación responda plenamente a los ideales de nuestro Movimiento Nacional...».

      La corporación, por lo tanto, manifestó una postura activa en favor del nuevo régimen. El Ayuntamiento de Hernani se negó, por ejemplo, a pedir clemencia por el socialista Jacinto García Nogales, condenado a muerte en la prisión de Ondarreta y cuya solicitud de informes favorables fue denegada por el consistorio el 25 de octubre de 1939 (Barruso, 2005, 129). García Nogales no fue finalmente ejecutado. La persecución también se extendió a las mujeres que habían participado de alguna forma en la resistencia de los meses del verano de 1936. Antonio Zubeldia que había ingresado en el Requeté fue expulsado del mismo por gritar ¡viva los vascos! en una fiesta en la que se emitieron vivas a Navarra y a Aragón. Como agravante, organizó una colecta por los presos sin autorización[206].

      De este modo comenzó un periodo de “eclipse” que se prolongaría largos años. Como hemos comentado en capítulos precedentes, las cifras no son capaces de reflejar la magnitud del sufrimiento y del temor que vivió buena parte de la población vencida. No podemos olvidar, por lo demás, que cerca de 500 hernaniarras, siguieron luchando contra los franquistas, primero en el Frente Norte y, después, tras caer éste a lo largo de 1937, en Cataluña. Tras la derrota, además de los fusilados y encarcelados, muchos se quedaron sin trabajo ni bienes, otros sufrieron la depuración por actuaciones “antipatrióticas” o contrarias al Movimiento Nacional, mientras las vacantes se distribuían entre aquellos que reunieran cualidades de “españolismo neto e incondicional”, incluso en empresas privadas, etc. Otros muchos tomaron el camino del exilio; en algunos casos sin retorno y, en otros, con una vuelta retrasada hasta la muerte de Franco, tras rehacer sus vidas en países como Francia, Argentina o Méjico.

 

 

Las cifras y los nombres de la represión en Hernani

 

      Un mínimo de 13 hernaniarras fueron fusilados por su condición de rojo-separatistas en diferentes momentos. Algunos de ellos inmediatamente tras la ocupación de la villa, otros tras la caída del Frente Norte y en algún caso, por avatares del propio conflicto, en lugares muy alejados:

 

Hernaniarras muertos tras juicio o como víctimas de la represión paralegal franquista

Nombre

Edad

Filiación

Fecha sentencia

Adarraga, José

63

Sacerdote

 

Alcelay, Julián

23

 

 

Amilibia Saldías, José

29

 

 

Aramburu Chinchurreta, Cándido

23

Comunista, cabo batallón Rosa Luxemburgo

Octubre de 938 [207]

Arbiza, Angel

37

 

 

Goñi Biurrun, Felisa

 

 

 

Isutia Maiz, Fernando[206]

 

Soldado del regimiento de la Victoria, n° 28

11 de mayo de 1938 en San Ildefonso, Segovia

Jiménez, Angel

25

UGT, Secretario Federación Provincial Guipúzcoa 1935

 

Manrique, José

38

 

 

Mendikute, Alejandro

45

Sacerdote

 

Tormes Asin, Angel

24

PNV

 

Usarraga, Policarpo

49

-

 

Zabala, Pascual

 

-

 

 

      Muchas más personas fueron juzgadas, aunque en algunos casos fueron absueltas o sus casos sobreseídos.

 

Represaliados documentados para el caso de Hernani[209]

Nombre

Edad

Filiación

Fecha de sentencia

Sentencia

Sanción económica

Achúcarro Zubillaga, Luis

44

PNV

06/02/1943

Absuelto

 

Alberro Arizpe, Félix

24

 

 

12 años y 1 día

 

Albizu Ormazabal, Mª del Carmen

 

Sin Filiación

19/09/1944

Sobreseído

 

Alcorta Adarraga, Tomás

25

UGT, teniente del batallón Rosa Luxemburgo, “rojo peligroso”, Del barrio de Oria

 

Muerte

 

Alvarez Terradas, Abundio

 

UGT

20/02/1945

 

 

Andrés Gómez, José

 

 

 

 

 

Antón Lanz, Emilio

 

 

 

Muerte, conmutada en 1940

 

Apaloza Eleicegui, Ramón

 

 

 

 

 

Apaolaza Aramburu, Juan

 

PNV

 

Muerte

 

Azurmendi, José Manuel

 

 

PSOE

 

 

Azurmendi Zabala, José A.

 

 

 

12 años

 

Benito, Agustín

 

 

 

Confirmación

 

Beristain Zubeldia, Angel

 

Republicano

21/01/1943

Sobreseído

 

Capa Caramilla, Atilano

 

PSOE

10/02/1945

 

 

Comenzana Toledo, Francisco

30

Sargento batallón disciplinario

 

12 años y 1 día

 

Durán Selha, Bartolomé

42

 

 

Muerte, conmutada en 1940

 

Echarri Gorostegui, María

 

 

 

Confirmación

 

Epelde Arregui, Tiburcio

55

PNV

02/02/1943

Absuelto

 

Fernández Morán, José

54

Izquierda Republicana

02/03/1943

12 años y 1 día

1.000,00 Ptas.

Gorospe, Prudencio

 

 

13/12/1942

Sobreseído

 

Guijarro, Cesárea

 

 

 

Confirmación

 

Isasti Olaciregui, Pedro

 

 

 

condenado 12 años

 

Iturrioz Malcarix, Dionisia

 

 

 

Confirmación

 

Iturrioz, Isabel

 

 

 

Confirmación

 

Laburu del Puerto, Fermín

50

Nacionalista

10/04/1943

Absuelto

 

Lahoz, Agustina

 

 

 

Confirmación

 

Larumbe Esparza, Alejandro

 

 

 

 

 

Lascurain Iribarren, Valentín

27

Anarquista

Muerte, capitán del batallón disciplinario

Conmutada en 1939

 

Muro, Jacinta Gervasia

 

 

 

Confirmación

 

Odriozola Oyarzabal

 

PNV

 

Muerte

 

Pastor Azcárraga, Enrique

 

UGT

05/01/1940

Condenado

1.500,00 Ptas.

Pinedo, Eleuterio

 

 

 

Confirmación

 

Ramón Ricart, Vicente

45

Izquierda Republicana

11/02/1943

Absuelto

 

Ruiz Goicoechea, Marcelo

36

Izquierda Republicana

03/02/1943

Absuelto

 

Salaverría Echeverría, Isidro

41

Regimiento Zapadores

14/11/1941

6 años y 1 día

200,00 Ptas.

San Adrián, Gorgonio

 

 

 

Confirmación

 

Sarriegui Larburu, Pedro

30

PNV

 

12 años y 1 día

 

Sánchiz Sota, Juan

 

PSOE

 

reclusión perpetua

 

Setien Cortaj arena, Ignacio

36

PNV, Comisario orden público local, oficial Ejército de Euzkadi

 

 

 

Toledo Alberdi, Miguel

44

PNV

03/05/1943

Condenado

500,00 Ptas.

Uzcudun Beñarán, Federico

34

 

 

12 años y 1 día

 

Velamazan García, Jerónimo

 

 

 

Sanción

 

Velasco, Leoncia

 

 

 

Confirmación

 

Zapian Elizondo, Miguel

 

Izquierda Republicana

24/05/1940

Condenado

5.000,00 Ptas.

Zubeldia Sarasola, Antonio

26

Nacionalista

04/02/1943

Absuelto

 

Zubeldia Urrestarazu, Lucas

26

 

 

 

 

Zubiria Fica, Gregorio

22

 

 

30 años y 1 día

 

 

      La represión alcanzó, sin embargo, a muchas más personas que las aquí documentadas. De hecho, Valle Lersundi fue detenido como sospechoso por haber intercedido a favor de algunos nacionalistas. Gervasio Achúcarro, coadjutor de la villa, consiguió salvar a muchos de la furia fascista. Incluso logró la liberación del sacerdote Alejandro Mendikute la primera vez que lo detuvieron, pero no pudo evitar una segunda detención, en la que el párroco fue conducido a prisión por “gente armada”, sin más explicitación, que le colmaron de insultos, para ser finalmente fusilado[210].

      La magnitud de la represión es mucho más visible en la siguiente relación que recoge todas las personas que fueron sometidas a investigación por la Comisión Provincial de Incautación de Bienes de Guipúzcoa, con el objetivo de incautar sus bienes. Se trata, nada menos que de 249 personas, entre las que se incluyen algunos fusilados y encarcelados.

 

Relación de personas que, según informes, integraron los grupos establecidos por la Comisión de Incautación de Bienes de Guipúzcoa...[211]

Nombre y apellidos

Filiación

Propietario de

Achúcarro Zubillaga, Luis

Nacionalista

 

Aguirre Lecuona, Joaquín

Socialista

 

Aizpurua Balda, Lorenzo

id

 

Aizpurua Estala, Antonio

Solidario

 

Aizpurua Estala, Venancio

id

 

Albistur Adarraga, Antonio

id

 

Alcelay Beldarrain, Angel

Socialista

 

Alcelay Beldarrain, Julián

(fusilado)

 

Aldasoro Guerra, Juan

Nacionalista

 

Altolaguirre Camarero, Jesús

Anarcosindicalista

 

Altolaguirre Camarero, José

Socialista

 

Altuna Elorza, Antonio

Solidario

 

Alvarez González, Teodoro

(fusilado)

 

Amilibia Saldias, José

 id

 

Apaolaza Aramburu, Felipe

Nacionalista

 

Apaolaza Aramburu, José

id

 

Apaolaza Aramburu, Juan

Solidario

 

Apaolaza Eleicegui, Ramón

Nacionalista

Una casa valorada en 29.850 pts; de otra que renta 1740 y de terrenos amillarados con una renta de 382

Aramburu Arrózpide, Severo

Nacionalista

 

Aramburu Ayerza, Narciso

id

 

Aramburu Lasa, Angel

Solidario

 

Aranalde Zubiarrain, Gabino

(falleció)

 

Aranalde Zubiarrain, José

UGT

 

Armendáriz Díaz, Félix

Socialista

 

Arregui Iraola, Agustín

Solidario

 

Arregui Iraola, Juan Bautista

id

 

Arrieta Errasti, Cesáreo

Nacionalista

 

Arrieta Errasti, Juan

(falleció)

 

Arrieta Lasa, José María

Solidario

 

Arrióla Larrañaga, Julián

Nacionalista

 

Arrondo Insausti, Juan

Solidario

 

Arrondo Insausti, Santos

id

 

Arrózpide Arreseigor, Gabriel

Nacionalista

 

Artola Zuaznabar, Miguel

Solidario

 

Azcue Aldalur, Joaquín

Nacionalista

 

Azcue Celarain, Gerardo

id

 

Azurmendi Tormes, Félix

Solidario

 

Azurmendi Tormes, Jesús

Solidario

 

Azurmendi Zabala, José Antonio

Socialista

 

Azurmendi Zabala, José Manuel

id

 

Barrenechea Aizpurua, Ascensio

Solidario

 

Barrenechea Aizpurua, Javier

id

 

Barrenechea Aizpurua, Julián

id

 

Beobide Gurruchaga, Antonio

Nacionalista

Dos caseríos con una renta de 1220 pts. y pecuaria con una riqueza de 400

Beriain Ugalde, Tomás

Socialista

 

Beristain Zubeldia, Ángel

Nacionalista

 

Beroitz Sarobe, José

Izq. republicana

Finca urbana, con un capital de 9.440 pesetas

Calderón Lillo, Jacinto

Izquierda

 

Caraciolo Iribertegui, Celestino

id

 

Carrión Martín, Alejandro

Socialista

 

Celayeta Escalante, Gregorio

Izquierda Republicana

 

Celayeta Escalante, Joaquín

id

 

Celayeta Escalante, Martín

Izquierda Republicana

 

Cigarán Rezola, José María

id

Una casa valorada en 31.080 pts. y un terreno que renta 120

Delpuerto Balda, José

Nacionalista

 

Domingo Beriain, Francisco

Socialista

 

Domingo Beriain, Ignacio

id

 

Eceiza Izaguirre, José

Nacionalista

 

Eceiza Villalarain, José María

id

 

Echarri Escudero, Tomás

Solidario

Pecuaria con una riqueza de 10 pesetas

Echegoyen Olloquiegui, José Luis

id

 

Echegoyen Olloquiegui, Lázaro

id

 

Echegoyen Olloquiegui, Severiano

id

 

Echeverría Antimasveréz, Ignacio

Izquierdista

Pecuaria con una riqueza de 10 pesetas

Echeverría Garmendia, Cesáreo

Nacionalita

 

Eguiguren Achega, Jesús

id

 

Eguiguren Azpiazu, Saturnino

id

 

Eizmendi Zabaleta, José María

Solidario

 

Elizondo Larburu, José Gabriel

Nacionalista

 

Elósegui Michelena, José

id

 

Epelde Arregui, Tiburcio

id

 

Erdocia Mendizábal, Francisco

Socialista

 

Erdocia Urretavizacaya, Julián

id

 

Erice Satrústegui, Andrés

Solidario

 

Erice Satrústegui, Martín

id

 

Erice Satrústegui, Paul

id

 

Errazquín Zubiarrain, Félix

id

 

Fernández Morán, José

Izquierdista

 

Fernadino Ochoa, Evaristo

Socialista

 

Galdeano González, Domingo

Izq. Republicana

 

Gandiaga Amuchástegui, Julián

Solidario

 

Garcés Aguado, Antonio

Comunista

 

Garcés Aguado, Marciano

Socialista

 

García Martínez, Felipe

id

 

García Nogales, Jacinto

Socialista

 

Garín García, Manuel

Nacionalista

 

Giménez Gorostarzu, Angel

Socialista

 

Gimeno Garín, Pablo

id

 

Goicoechea Beobide, Antonio

Solidario

 

Goicoechea Beobide, Pedro

id

 

Goicoechea San Sebastián, Miguel

Nacionalista

 

Goitia Azcoitia, Julián

Izq. republicana

 

Gómez Bajo, Juan

(falleció)

 

Gómez Sarasola, Joaquín

Socialista

 

González Alvarado, Francisco

id

 

González Alvarado, Patricio

id

 

González Monjas, Gabriel

Izq. republicana

 

González Tormes, Antonio

(falleció)

 

Goñi Arbide, José Antonio

Nacionalista

 

Goñi Lazcano, Juan

Socialista

 

Goñi Zabala, Juan

Solidario

Dos casas catastradas en 30.639 pesetas

Gorospe Caraciolo, José

Socialista

 

Gorospe Caraciolo, Luis

id

 

Gorostegui, Rafael

Solidario

 

Goya Urbieta, José

Nacionalista

Una casa que renta 1980 pts. y pecuaria con una riqueza de 90

Goya Zubiri, Francisco

id

 

Goya Zubiri, Juan

id

 

Guerra Zabalegui, Alejandro

id

 

Guzmán Benedicto, Darío

Socialista

 

Hernández Roa, Rafael

UGT

 

Ibáñez Ayesa, Juan

Socialista

 

Ibáñez Jurio, Teófilo

Izquierdista

 

Ibáñez Toledo, Ramón

Socialista

 

Icaceta Elizalde, Cándidoid

id

 

Illarramendi Beristain, Angel

Nacionalista

 

Imaz Lasa, José

Solidario

 

Iraola Galardi, José

Izquierdista

 

Irazusta Liceaga, Santiago

Solidario

 

Irujo Aguirre, José Cruz

id

 

Irujo Ibáñez, Lázaro

Nacionalista

 

Izaguirre Echeverría, Manuel

Solidario

 

Laburu Delpuerto, Fermín

Nacionalista

 

Larumbe Esparza, Alejandro

Socialista

 

Larrañaga Arrieta, Ceferino

Solidario

 

Larrañaga Arrieta, José

id

 

Larrañaga Eizaguirre, Miguel

id

 

Larrea Zabala, José María

Nacionalista

 

Larrechea Beriain, Agustín

id

 

Lascurain Iribarren, Valentín

CNT

 

Legarreta Perurena, José

Solidario

 

Leibar Iñurrategui, Félix

Nacionalista

 

López Conde, Félix

Anarcosindicalista

 

López Moreno, Carlos

Socialista

 

López Moreno, José

id

 

López Moreno, Teófilo

id

 

Loyarte Huici, José Antonio

Apolítico

Subarrendador de piso a “Euzko-Etxea”

Martínez Gomara, Gabino

Socialista

 

Martínez Magallón, Cesáreo

Comunista. Falleció

 

Menchaca Vivanco, Francisco

UGT

 

Mendicute Liceaga, Alejandro

(fusilado)

 

Miner Echaiz, Vicente

Izq. republicana

 

Miner Echevarría, José Luis

Izquierdista

 

Miner Liceaga, Felipe

id

 

Moncayo Garcés, Gabriel

Socialista

 

Montero Bengoechea, Manuel

Nacionalista

 

Moulian Mendia, José

Socialista

 

Moulian Mendia, Manuel

id

 

Múgica Esnaola, Jerónimo

UGT

Una casa de 10.937 pts. de capital; y de pecuaria, de 10 pts.

Múgica Landaberea, Antonio

Nacionalista

 

Múgica Liceaga, Dionisio

id

 

Múgica Liceaga, Domingo

id

Una casa de 36.880 pts. de capital; y un terreno de 100 de renta

Múgica Liceaga, Manuel

id

 

Muguruza Zubillaga, José Mª

Solidario

 

Muguruza Zubillaga, Ramón

Socialista

 

Ocariz Ataun, Emeterio

id

 

Odriozola Oyarzabal, Antonio

Solidario

 

Olaizola Almoarza, José

id

 

Ollaquindia Mutilio, Francisco

id

 

Olloquiegui Zulaica, Fernando

Nacionalista

 

Orayen Saint Pierre, Juan

id

 

Ormazabal Lasa, Antonio

Socialista

 

Ormazabal Lasa, José

id

 

Ormazabal Lasa, Pedro

id

 

Ormazabal Lasa, Vicente

id

 

Orradre Lujambio, Estanislao

Izq. republicana

 

Ortega Sufrategui, Rafael

Izquierdista

 

Osambela Muneta, Pedro

Socialista

 

Ostolaza Ayestaran, Ignacio

Nacionalista

 

Otamendi Arrieta, Francisco

Solidario

 

Otermin Saralegui, Miguel

id

Riqueza pecuaria, de un capital imponible de 90 pesetas

Oyarbide Beldarrain, José

id

 

Pagola Sagardía, Nicasio

id

 

Pastor Azcárraga, Enrique

Izquierdista

Una casa que renta 660 pesetas

Pastor, Marcelo

Izq. republicana

 

Pérez Iribas, José

Nacionalista

Pecuaria, de una riqueza imponible de 105 pesetas

Perosanz Arranz, Casimiro

Socialista

 

Plagaro Valvuerca, Venancio

id

 

Puente, Pantaleón

Izq. republicana

 

Puente Serna, Pedro

Izquierdista

 

Recondo Múgica, Celestino

Izq. republicana

 

Rezola Cordan, Aniceto

Nacionalista (fallecido)

Fincas urbanas valoradas en 121.375 pts., y de rústicas que rentan 925,00

Ruiz Azurmendi, Juan María

Socialista

 

Ruiz Azurmendi, Vicente

id

 

Ruiz Goicoechea, Marcelo

Izq. republicana

 

Ruiz Lizarraga, Julio

id

 

Sagarna Gurmendi, Ignacio

Socialista

 

Sagarna Gurmendi, Ramón

id

 

Salaverría Echeverría, Isidro

Izq. republicana

 

Salinas Orradre, Ignacio

Socialista

 

Salinas Orradre, Javier

id

 

Salinas Sarasa, Javier

id

 

Salvide Ayerdi, Joaquín

Solidario

 

Salvide Ayerdi, Miguel

id

 

Sanchiz Crespo, Carlos

Socialista

 

San Sebastián Oyarzabal, José

Solidario

 

San Sebastián Oyarzabal, Juan

id

 

Santamaría Echeverría, Máximo

Republicano

 

Sarobe Aramburu, Bautista

id

Fincas urbanas valoradas en 15.842 pts., y de rústicas que renta 277

Sarriegui Larburu, Felipe

Solidario

 

Sarriegui Larburu, José

id

 

Sarriegui Larburu, Pedro

id

 

Sarriegui Larburu, Ramón

id

 

Sarriegui Zubeldia, Ignacio

id

 

Setien Galdeano, José

Republicano

 

Setien Cortajarena, Hipólito

Nacionalista

 

Setien Cortajarena, Ignacio

id

 

Sevillano Iriazábal, Ramón

Socialista

 

Tellaeche Galarza, Agustín

Nacionalista

 

Toledo Alberdi, Miguel

id

 

Toledo Alberdi, Ricardo

id

 

Tormes Asín, Angel

Nacionalista (fusilado)

 

Ubarrechena Iraola, Agustín

Nacionalista

 

Ugalde Damborenea, Felipe

id

 

Ugalde Garayalde, Antonio

id

Pecuaria, de un capital imponible de 45 pesetas

Ugalde Garayalde, Fermín

Solidario

 

Ugalde Garayalde, Luis

Socialista

 

Unzueta Uribe, Félix

Izq. republicana

 

Urdangarin Echeverría, Domingo

Solidario

Pecuaria, de un capital imponible de 20 pesetas

Uria Ecenarro, Dámaso

id

 

Urquia Marticorena, José

id

 

Urquizu Echeverría, Nicasio

Nacionalista

 

Vicente Artigas, José

Socialista

 

Vicente Zamarreño, Eugenio

Sindicalista

 

Vidaurre Berasain, Castor

Socialista

 

Zamora Iribarren, José María

Socialista

Copropietario de una casa valorada en 10.623 pesetas

Zapiain Elizondo, Francisco

id

Una casa valorada en 21.320 pesetas

Zapiain Elizondo, Miguel

Izq. republicana

id que renta 1.860

Zubeldia Sarasola, Antonio

Solidario

 

Zubeldia Sarasola, Joaquín

Nacionalista

 

Zubiarrain Eceiza, José

Solidario

 

Zubiarrain Zapirain, Eustaquio

id

 

Zubillaga Martínez, Inocencio

Nacionalista

 

Zubillaga Usabiaga, Hipólito

Nacionalista (fallecido)[212]

 

Zubillaga Usabiaga, Juan

Nacionalista

 

Zubillaga Usabiaga, Martín

id

 

Zubillaga Zubillaga, Cayetano

id

 

Zubimendi, Jesús

id

 

Zugasti Sarasola, Fermín

id

 

Zugasti Sarasola, José

id

 

 

      También las asociaciones ilegalizadas por las autoridades franquistas (partidos, batzoki, Casa del Pueblo, sedes sindicales, etcétera vieron cómo eran incautados sus locales e incluso sus cuentas corrientes, mientras esperaban que se dictase sentencia. La condena por parte de la Comisión de Incautación de Bienes o, más tarde, por el Tribunal de Responsabilidades Políticas tenía consecuencias fundamentalmente económicas, aunque también podía acarrear la inhabilitación para determinados puestos o limitaciones a la hora de fijar residencia. No se trataba únicamente de hernaniarras, a continuación incluimos una serie de personas que poseían bienes en la localidad, la mayor parte de ellos nacionalistas, y cuyas propiedades fueron incautadas por parte de las nuevas autoridades. La administración de los mismos corrió en un primer momento a cargo del secretario del Ayuntamiento de Hernani y después a cargo de diversas personas. Todos ellos cobraban una comisión del 3% por ejercer dicha tarea. La lista muestra dos elementos importantes. Uno, secundario en este trabajo, las relaciones económicas existentes entre algunos de los principales líderes del nacionalismo vasco. Dos, la minuciosidad con la que desarrollaron su trabajo los encargados de perseguir a todos aquellos que no estaban englobados en “el Glorioso Movimiento nacional”. Todavía en febrero de 1940, algunas de las personas incluidas en la lista, como Francisco Zapiain, José María Zamora, Bautista Sarobe y Enrique Pastor continuaban con parte de sus propiedades incautadas y las autoridades franquistas se quedaban todos los meses con las rentas de las mismas[213].

 

Apellidos y nombre

Nº de expediente

Propiedades

Urreta Echeveste, Miguel

5

Casa Mirenchu, Lasarte
Casería Zubiaurre, Lasarte

Rezola Cordan, Aniceto

6

Casa 13, calle Mayor
Casa 13, accesorio de la calle Mayor
Casa 50 de la calle Mayor
Casa 13 afueras, Azalenea
Terreno sembradío y manzanal Tellerigaña

Terreno sembradío ribera llamado Utsales
Terreno herbal Sansanategui
Terreno helechal cerca caserío Trabalecu, Anchulo

Celaya Lecue, Victoriano

24

Terreno sembradío en Alcega

Arrillaga Leturiondo, Josefa

179

Propiedad llamada Fagollaga

Barcaiztegui Echeverria, Ricardo

386

Tercera parte indivisa de una séptima parte de un terreno sembradío Latzumbe

Zubillaga Usabiaga, Hipólito

411

Terreno sembradío en el paraje Eliretzea (2 de junio) Un terreno en el punto Eliretzea

Apaolaza Eleicegui, Ramón

412

Terreno sembradío llamado Lerragain
Casa Gardaseraz-Enea, calle Navarra
Participación indivisa de 442,33 y otra de 641,92 en el terreno herbal Sorguinechulo
Terreno huerta en Franco-aldea
Casa 47, calle Mayor
Terreno situado bajo el puente Carabel
Terreno sembradío de ribera bajo el puente Carabel

Beobide Gurruchaga, Antonio

413

Casería Montefrío, 27
Casería Iparraguirre, 39
Crédito hipotecario de 6.000 pts sobre la Casería Añarregui
Crédito hipotecario de 15.000 pts sobre la Casería Gaviria

Beroitz Sarobe, José

414

Terreno solar en el paraje Elitzerea

Cigarán Rezola, José María

415

Terreno ribera llamado Don Hermiñenea
Casa 9, calle Mayor
Casa 7, calle Mayor
Crédito hipotecario de 4.000 pts sobre un terreno labrante en la ribera de la villa de Hernani

Echeverría Garmendia, Cesáreo

416

Casa 14, calle Mayor

Goñi Zabala, Juan

417

Dos casas unidas llamadas Anciola-Berri
Terreno poblado de chopos en Anciola.

Goya Urbieta, José

418

Terreno en el punto Tellerigaña

Múgica Esnaola, Jerónimo

419

Casa Istillarte-enea, 16

Múgica Liceaga, Domingo

420

Casa Zuaznabar, 53 calle Mayor
Terreno huerta en el bario de las Afueras

Pastor Azcárraga, Enrique

421

Casa Villa Lucía, 82 B, Florida

Sarobe Aramburu, Bautista

422

Terreno labrante y herbal en la parte superior del caserío Goyegui y fuente de agua potable, Anchorta
Planta baja y piso principal de la casa n° 10 de la Plaza de Lasarte
Tierra labrante y manzanal en Goicogañeta
Tierra situada entre caserío Larrecohea y montazgo Linajunzueta, Luberriaga Lasarte
Finca compuesta por dos heredades Pintore. lurraz o Delayaundi
Casa Olachea, 5 Lasarte

Zamora Iribarren, José María

423

Mitad indivisa de la casa 3 B, Puerto

Zapiain Elizondo, Francisco

424

Casa Lueban 69, calle Alfonso XIII

Labayen Toledo, Antonio

471

Tercera parte indivisa casa Atzeguindegui
Tercera parte indivisa de un terreno sembrado en el paraje Elite-Atzea
Tercera parte indivisa terreno solar cuartel Oeste
Tercera parte indivisa de una mitad indivisa de terreno destinado a Camino particular para el servicio Chalet Villa Mila

Ciaurriz Aguinaga, Doroteo

472

Tercera parte indivisa casa Atzeguindegui
Dos Tercera partes indivisa de un terreno sembrado en el paraje Elite-Atzea
Dos tercera parte indivisa terreno solar cuartel Oeste
Dos tercera parte indivisa de una mitad indivisa de terreno destinado a Camino particular para el servicio Chalet Villa Milagro

Muñoa Pagadizabal, Miguel

15

Casería Larrecoechea, Lasarte

Amilibia Machimbarrena, Joaquín

201

Casería Eguzquiza o Pepezabalenea, Lasarte

Zapiain Elizondo, Miguel

913

Casa n° 36 calle Cardaveraz

López Vargas, Félix

1217

Doceava parte indivisa casa Ubarraitz, 47, calle Urumea

Ansorena Elícegui, José

2694

Casa Leocadiste, n 11, Liceaga

Letamendia Lasa, José

2320

Crédito hipotecario de 10.000 pts de principal a razón del 5,5 anual y 2.000 pts para costas y gastos sobre la casa Irana o Franco, 7, propiedad de los cónyuges Simón Belaunzaran Muñoa y Matilde Otamendi Belaunzaran

 

      La Memoria de la Comisión Provincial de Incautación de Bienes de Guipúzcoa de 1939 incluía, además, una relación de las empresas que habían sido incautadas por parte de la Sección Industrial, dirigida por el ingeniero Industrial Luis Pottecher. Esta sección tomó la dirección de aquellas fábricas, «haciendo que funcionasen a pleno rendimiento, con vistas a los intereses generales de la nación y sin olvidar tampoco la defensa de los intereses de que se ha hecho cargo este organismo, y que en su día habían de servir en muchos casos para hacer frente a la responsabilidad civil que pudiera imponérsele al inculpado». Entre las principales industrias intervenidas se encontraban la central eléctrica de Fagollaga, propiedad del nacionalista Victoriano Celaya (Esta central estaba parada por no haberse nunca utilizado, como consecuencia de las concesiones verbales con fines políticos, hechas por el propietario al Ayuntamiento de Hernani. Actualmente se han realizado las obras necesarias para su puesta en marcha); la fábrica de ladrillos de Lasarte, de la que se embargó el 50%, propiedad del también nacionalista Miguel Urreta, y varias fábricas de papel, que no se detallaban.

 

 

Los caídos por Dios y por España

 

      La magnitud de la represión no nos puede hacer olvidar, sin embargo, que muchos hernaniarras combatieron, de grado u obligados, en el bando nacional: hasta un total de 72, según una relación de diciembre de 1938[214]. Algunos cayeron, heridos o muertos, en el frente de batalla, pero a diferencia de los caídos en el bando republicano, fueron identificados y honrados desde los primeros años de la dictadura franquista. Sus cuerpos, en muchos casos, fueron enterrados en el Cementerio Municipal y se levantó un monumento en su honor.

 

«Relación de los caídos por Dios y por España en la Guerra de liberación de 1936-1939 de la villa de Hernani...»[215]

Nombre

Lugar de fallecimiento

Fecha

Lugar de enterramiento

Adarraga Erizaran, Juan

Quito (paso del Ebro)

23-3-1938

Hernani

Aguirre Zugasti, Victorio

Valdemoro (Madrid)

15-2-1938

Valle de los Caídos

Aguirrezabala Lete, Pedro

Frente de Asturias

11-9-1937

Llanes (Asturias)

Aizpurua Estala, Venancio

Lemona (Vizcaya)

13-6-1937

Hernani

Alberdi Inchauspe, José Miguel

Lemona (Vizcaya)

26-3-1938

Hernani

Albistur Adarraga, Agustín

Frente de Teruel

Se desconoce

Frente de Teruel

Amezua Sasiaimbarrena, Víctor

Frente de Santander

15-8-1937

Hernani

Aramburu Garmendia, Félix

Valderrobles (Teruel)

17-4-1938

Hernani

Arrigorriaga Abalabide, Luis

Hernani (accidente)

2-1-1937

Hernani

Delpuerto Arregui, José

Ciudad Universitaria (Madrid)

26-10-1939

Madrid

Duran Val verde, José
(Sargento de la G. Civil)

Hernani, asesinado

7-9-1936

Hernani

Erice Satrústegui, Andrés

Llanes (Asturias)

9-9-1937

Hernani

Iboleón Pagóla, Rafael

Hospital M. Calatayud

13-2-1938

Calatayud (Zaragoza)

Iradi Abalabide, Rafael

Frente de Teruel

30-12-1937

Teruel

Izaguirre Irura, Victoriano

 

24-5-1937

 

Izaguirre Loyarte, José Mª

Frente de Cáceres

31-8-1937

Cáceres

Izaguirre Oyarbide, Mariano

 

Sep. 1938

Hernani

Jáuregui Uranga, Bernardino

 

17-4-1938

Hernani

Laporte Yeregui, Felipe

Frente de Burgos

27-1-1937

Hernani

Miranda Usategui, José

Sopuerta (Vizcaya)

5-7-1937

Hernani

Miranda Vitoria, Esteban

 

11-1-1939

 

Molinaga Gorrochategui, Juan

Frente de Asturias

15-10-1937

Hernani

Muguruza Zubillaga, Angel

 

31-7-1938

Hernani

Mutiloa Arabaolaza, José

Frente de Vitoria

6-11-1936

mismo frente

San Adrián Zozaya, Gorgonio

Pola de Gordón (León)

20-9-1937

San Sebastián

Santa Cruz Arreche, José Ant°

Hospital de Ayerbe (Huesca)

21-4-1928

Ayerbe (Huesca)

Yanguas y Fernández, Germán F.
(Funcionario del Ayuntamiento
de San Sebastián)

Asesinado en ésta

8-9-1936

Hernani

 

      Los caídos “Por Dios y por España” recibieron un homenaje anual que todavía continuaba en una fecha tan tardía como el 20 de noviembre de 1972, momento en que se reinauguró, tras su reconstrucción, el Monumento a los Caídos destruido en atentado el 23 de agosto de aquel mismo año.

      El recuerdo de la “Victoria” se cultivó, con mayor o menor intensidad, durante toda la dictadura. El propio Francisco Franco fue nombrado Alcalde Honorífico de Hernani en acuerdo plenario municipal y así permaneció hasta que aquel acuerdo fue anulado hace escasos años. Hoy en día, todavía persisten en la localidad símbolos franquistas y falangistas, “manteniendo” la memoria histórica de lo ocurrido hace 70 años y de lo “padecido” durante esas largas décadas en las que ha seguido estando presente dicho icono.

      Sin embargo, recuperar la memoria histórica en su totalidad y diversidad es una tarea muy ardua. Todavía hoy volver la vista atrás reabre heridas, e intentar honrar y hacer justicia con todos los que sufrieron las consecuencias de la guerra, en particular con los vencidos, es, cuando menos, polémico, pese a que estos últimos, además padecieron durante cuarenta largos años, el estigma de la derrota y el de haber defendido la legalidad de una República caduca, desde el 17 de julio de 1936, tan lejano y cercano al mismo tiempo. Aún hoy, tratar de identificar a todos los fallecidos, hernaniarras o no, y represaliados del bando republicano es una tarea compleja que difícilmente se completará en su totalidad.

 

 

 

 

[193] Esta reseña y la siguiente han sido extraídas del diario El Día.

[194] La escasez de votos de los comunistas, que solo tenían tres militantes en la localidad en 1935, fue contrarrestada por el importante aumento experimentado el año siguiente, tanto en número de seguidores, como, especialmente, en capacidad de influencia (Barruso 1996,40).

[195] Diario de Julián Erdozia Urrecavizcaya. Julián Erdozia es un hernaniarra, que como otros muchos, frente a la sublevación del 18 de julio de 1936, luchó, desde el primer momento, en el bando republicano. Inicialmente en las milicias de Hernani y después, a lo largo del Frente Norte, en distintas compañías del Batallón de Dragones, hasta su captura en 1937, en Santander. Preso en Bilbao, finalmente, tras un consejo de guerra, fue condenado a 12 años y 1 día, cumpliendo la pena en la Prisión Central de Astorga (León).

[196] En el certificado de conducta referente a Ángel Jiménez Gorostarzu, solicitado por varios Juzgados Militares durante el año 1937 podemos leer: «ÁNGEL JIMÉNEZ GOROSTARZU es persona de pésimos antecedentes, entre los cuales destaca el haber sido jefe de grupo de pistoleros; dirigió el fusilamiento de los Jefes y Oficiales del Ejército rendidos en los Cuarteles de Loyola...»

[197] Diario de Julián Erdozia Urretavizcaya.

[198] La Comisaría de Guerra hernaniarra estuvo dirigida por Juan Ibáñez, José Apaolaza, Francisco Domingo y Darío Guzmán.

[199] Archivo Municipal de Hernani (HUA // HISTORIKOA / E-5-II-27/4. Guerra Civil 1936-1939. Relación de asesinados en Hernani). El régimen franquista abrió una investigación sobre estas muertes que fueron incorporadas a la llamada Causa General.

[200] Este procedimiento incluía los nombres de los sospechosos de haber cometido las muertes y el lugar donde presumiblemente se encontraban, pero no se detallaba quién había participado en cada acción, AHN, Causa General 1335.

[201] Archivo Municipal de Hernani (HUA // HISTORIKOA ! E-5-II-27/11. Guerra Civil 1936-1939- Instrucción de la Causa general).

[202] Diario de Julián Erdozia Urretavizcaya.

[203] En el Expediente personal de José Iruretagoyena Solchaga (Archivo General Militar de Segovia. Sección Guerra Civil. Leg. 542) podemos leer en la relación jurada de servicios prestados por aquel, a partir del 1° de enero de 1936: «El 11 {de septiembre de 1936] ataque a Santa Bárbara de Hernani (...). El 12 prosigue el ataque a las posiciones del día anterior, lográndose la ocupación de (...), Fuerte Santa Bárbara y pueblo de Hernani...».

[204] HUA // HISTORIKOA / A-l-49. Libro de Actas del Ayuntamiento 1936-1938.

[205] El tres de enero de 1938, el delegado de orden público impuso una larga serie de sanciones «Por no ostentar los individuos que se consignan en sus pisos, colgaduras con los colores nacionales con motivo de la alegría y entusiasmo por el triunfo de Teruel se les imponen multas que tienen que hacer efectivas en el plazo improrrogable de 48 horas». AHN, Fondos Contemporáneos. Gobernación B-7. Expedientes policiales sig 48957.

[206] AGA 07, 39-02 75/171. Pese a estos antecedentes, el Tribunal de Responsabilidades Políticas le absolvió en 1943.

[207] Acusado de robos y detenciones ilegales. Fusilado en Bilbao. AGMAV, C. 72, Cp. 13.

[208] Información aportada por Pedro Barruso.

[209] Relación facilitada por el historiador Pedro Barruso Barés y completada por el equipo investigador.

[210] Archivo del Instituto Labayru. Fondo Onaindia.

[211] Archivo Municipal de Hernani (HUA // HISTORIKOA / E-5-1I-27/12. Guerra Civil 1936 - 1939. Responsabilidades políticas).
Fuera de esta relación hemos localizado los expedientes de José Andrés Gómez y de Félix López Vargas, ambos con propiedades en Hernani. AGA 07, 750291.

[212] Su hermana Leonor tuvo que pagar un multa de 2.000 pts por el expediente de responsabilidad civil de su hermano Hipólito, que había fallecido, sanción impuesta por el general jefe de la 6ª Región Militar. AGA 07, 75935.

[213] AGA 07 75347.

[214] Iñaki Egaña en Guerra Civil en Hernani. Información previa a las tareas de investigación y exhumación. Sociedad de Ciencias Aranzadi. San Sebastián 2003.

[215] Archivo Municipal de Hernani (HUA // HISTORIKOA / E-5-II-27/5. Guerra Civil de 1936. Combatientes de Hernani caídos en la lucha). La relación incluye los nombres de los muertos en Hernani antes de la ocupación de la villa.