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HERNANI 1960-2021
Violencia de motivación política y graves violaciones de derechos humanos
Javier Buces Cabello, 2022

 

LAS VÍCTIMAS

 

      En este subapartado únicamente se hace mención a aquellas víctimas del derecho a la vida cuya circunstancia de muerte se asocia de manera inequívoca a un acto de violencia de motivación política, sin perjuicio de que las investigaciones en curso varíen la consideración de las víctimas citadas en este documento.

 

 

Demetrio Lesmes Martín

 

 

      Natural de Salamanca y vecino de Hernani. Estaba casado, tenía 55 años y era padre de cuatro hijos. Trabajaba como vigilante jurado en la empresa Orbegozo, situada en el barrio de La Florida (Hernani). Fue señalado como confidente por parte de ETA, probablemente por ser conocida su adscripción a la Guardia de Franco, una estructura paramilitar franquista dependiente de la Jefatura Nacional del Movimiento no disuelta hasta 1977. El 15 de julio de 1975 sufrió un primer atentado en el que resultó herido[230]. El informe de la Guardia

      Civil relataba el suceso de la siguiente manera:

 

      “Cuando el guarda jurado de la empresa Orbegozo Demetrio Lesmes Martin se dirigía a su trabajo, al llegar a la altura de la gasolinera Caravel, sita en las inmediaciones de dicha factoría, fue tiroteado por tres individuos que ocupaban un vehículo en marcha sin más consecuencia, si bien dicho señor en su denuncia señaló que cuando el coche se alejaba el individuo que disparó agitó la metralleta a través de la luna trasera”[231].

 

      Posteriormente, prácticamente un mes más tarde, concretamente el 8 de agosto sobre las 14:00 horas, fue de nuevo tiroteado a las puertas de la empresa. Otra vez es el informe de la Guardia Civil el que nos acerca a lo sucedido:

 

      “En la tarde del día 8, elementos pertenecientes a la organización terrorista-vasca ETA, ocupantes de un vehículo Morris-MG ametrallaron en el barrio de La Florida a D. Demetrio Lesmes Martín, de 55 años, guarda jurado de la factoría Orbegozo, cuando se dirigía desde la misma a su domicilio después de haber terminado la jornada laboral, falleciendo acto seguido a consecuencia de las heridas producidas, obedeciendo esta ejecución a que el citado señor era tachado por ETA de chivato (pertenecía a la Guardia de Franco)”[232].

 

      Este caso quedó amnistiado por la Ley de Amnistía de 1977[233]. Asimismo, Lesmes ha sido reconocido y los familiares indemnizados como víctimas del terrorismo al amparo de las leyes 13/1996, 32/1999 y 29/2011[234].

 

 

David Salvador Bernardo-Jonio

 

 

      Nacido en Bilbao y vecino de Hernani. Taxista de profesión, tenía 45 años y era padre de dos hijos de 8 y 10 años. Su cuerpo fue hallado en el interior de su vehículo sobre las 07:30 horas de la mañana del 7 de octubre de 1977 en Kaletxiki, en las cercanías de la estación de Renfe (Andoain). Presentaba al menos dos heridas de bala en la cabeza, si bien fueron hallados hasta seis casquillos de bala 9mm.

      Las versiones de los diferentes cuerpos policiales fueron contradictorias respecto al móvil y a las circunstancias que rodearon el atentado. Con respecto al móvil, en un primer momento se especuló con la posibilidad de que la intención fuera el robo, sin embargo parece ser que la cartera fue encontrada en el interior del taxi. En cuanto al acontecer de los hechos, se especulaba entre la salida de Salvador de la parada de la Plaza de los Fueros en Hernani para recoger a un cliente y la subida al taxi de un cliente en la misma parada, un joven de “unos 26 años, con barba de cuatro meses y cazadora oscura”. En cualquier caso, algunos testigos declararon que el coche se encontraba aparcado en el lugar en el que se encontró el cadáver a partir de la 01:00 horas, es decir, prácticamente ocho horas antes de ser identificado[235].

      Por otra parte, todas las fuentes consultadas apuntan a que Salvador no tenía ninguna vinculación política, sin embargo la Triple A lo acusó de “trabajar para ETA”[236].

      Con todo, se trata del primer atentado mortal perpetrado por grupos de extrema derecha y parapoliciales ocurrido en el conocido como “triángulo de la muerte”, formado por las localidades de Andoain, Astigarraga y Hernani. No obstante, destaca la ausencia de este caso en la memoria anual del Gobierno Civil de Gipuzkoa, así como en los informes de los diferentes cuerpos policiales. A este respecto, la alusión más cercana es un subapartado del informe del Cuerpo General de Policía (CGP) en el que, bajo el título “extrema derecha”, se cita entre otras organizaciones a la Triple A, haciendo constar de todas ellas que “por primera vez, durante el año 1977, se ha pasado de la amenaza a la acción o comisión de hechos delictivos bajo esta vertiente terrorista”[237].

      Asimismo, es preciso señalar la falta de datos sobre la puesta en marcha de un proceso judicial al respecto[238].

      Salvador ha sido reconocido y los familiares indemnizados como víctimas del terrorismo al amparo de las leyes 13/1996, 32/1999 y 29/2011[239].

 

 

José Fernando Artola Goikoetxea

 

 

      Natural de Hernani y residente en Antzuola desde aproximadamente unos 15 años antes del atentado de ETA que acabó con su vida el 30 de enero de 1979. Tenía 54 años, de profesión comercial, y estaba casado y era padre de dos hijos. Según recoge la Secretaría General para la Paz y la Convivencia del Gobierno Vasco en sus “retratos municipales” en los casos de Hernani y Antzuola, Artola era miembro de UCD[240]. Sin embargo, en la prensa de la época se señala que únicamente era de “ideología derechista” e “íntimo amigo” del militante de UCD Luis Candendo Pérez, contra quien ETAm había atentado mortalmente en noviembre de 1978[241].

      El atentado contra Artola se llevó a cabo alrededor de las 22:00 horas en el barrio Antigua de Antzuola, cuando la víctima se dirigía a su domicilio acompañado de un amigo tras abandonar en bar Ongi etorri. Según la crónica del Diario Vasco, fue disparado por varias personas desde un vehículo en marcha[242], siendo alcanzado por varios disparos que le perforaron el hígado y el diafragma[243]. Fue trasladado al ambulatorio de Bergara, donde falleció. Al parecer, ETAm justificó el atentado acusando a la víctima de ser confidente de los cuerpos policiales[244].

      Con anterioridad, “Artola y algunos otros miembros de su cuadrilla habían recibido amenazas de muerte, referidas siempre a su ideología derechista”[245]. Y según se recoge en el libro Vidas rotas. Historia de los hombres, mujeres y niños víctimas de ETA, dos días antes del atentado mortal hubo un intento fallido por parte de los mismos miembros del comando[246].

      Los autores fueron juzgados y condenados[247]. Asimismo, la víctima ha sido reconocida y los familiares indemnizados como víctimas del terrorismo al amparo de las leyes 13/1996, 32/1999 y 29/2011[248].

 

 

Felipe Sagarna Ormazabal

 

 

      Zapatero de profesión y músico de la txaranga Los Incansables, Felipe Sagarna residía en la calle Kardaberaz de Hernani, localidad en la que había nacido 42 años antes de su fallecimiento.

      El 19 de abril de 1980 sobre las 5:00 horas, cuando se disponía a entrar en el portal de su domicilio en el número 36, un coche que avanzaba en dirección contraria se situó ante Sagarna y los miembros del BVE que se encontraban en su interior dispararon dos tiros que acabaron con su vida. Uno de los tiros impactó en la sien y el otro en la nuca, e inmediatamente los amigos que acompañaron a Sagarna a las inmediaciones de su domicilio fueron a socorrerle. Trasladado al hospital de Donostia (antigua Residencia Sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu), los médicos no pudieron más que certificar su fallecimiento[249]. Con anterioridad a su muerte, fue amenazado en un establecimiento hostelero de Urnieta por los mismos que luego le mataron. Al parecer, los victimarios se dirigieron a Sagarna amenazándole con que acabaría "tocando el tambor en la tumba de Franco”[250].

      Tras el suceso, se convocaron en Hernani tres días de huelga general, llamamiento ampliamente secundado. Asimismo, el lunes 21 un pleno municipal extraordinario condenó el atentado y decidió la colocación de una placa en su recuerdo, así como designar con el nombre de Felipe Sagarna "Zapa" una calle del municipio[251].

      Según el informe de la Guardia Civil, el hecho fue reivindicado por el comando “Luis Berasategui” del denominado BVE. Posteriormente, en 1985, los autores del atentado fueron condenados a 231 años de prisión, si bien 11 años después obtuvieron en tercer grado.

      Por otra parte, los familiares de Sagarna has sido indemnizados y el fallecido reconocido como víctima del terrorismo al amparo de las leyes 13/1996, 32/1999 y 29/2011[252]. No obstante, los familiares entrevistados recalcan las dificultades que tuvieron para que Sagarna fuera reconocida víctima del terrorismo. En concreto, denuncian que tuvieron que pasar 36 años para que este reconocimiento se hiciera efectivo, tras denegaciones anteriores bajo el falso argumento de la militancia en ETA del fallecido. Para la familia, este proceso les ha hecho sentirse “víctimas de segunda categoría”[253].

      Felipe Sagarna no militaba en ningún partido político ni sindicato, si bien en varios artículos de prensa figura como “simpatizante de Herri Batasuna”[254] o “HBko botoemaile”[255]. Asimismo, tres años antes de su muerte fue herido de gravedad a consecuencia de un proyectil de goma lanzado por agentes de la Policía Armada en el transcurso de una manifestación en apoyo a las ikastolas[256].

 

 

Miguel Mari Arbelaitz Etxeberria

 

 

      Miguel Arbelaitz nació en Donostia 26 de diciembre de 1946. Residía en Hernani, siendo trabajador de la empresa Cintas adhesivas Ubis S.A. y militante del sindicato LAB. En esta empresa trabajaba también Trini Cuadrado, con la que estaba casada desde 1978 y con la que tenía una hija nacida en 1979[257].

      El 7 de septiembre de 1980, en torno a las 5.30 horas, miembros del BVE dispararon contra Miguel Arbelaitz y Luis Mari Elizondo en la cuesta de Balantza en Hernani cuando regresaban de fiestas de Zinkuñaga, causando la muerte a ambos. En el caso de Arbelaitz el acta de defunción señala que la causa de la muerte fue “la destrucción de centros nerviosos” del cerebro[258], a consecuencia de tres impactos de bala[259].

      Tanto Arbelaitz como Elizondo murieron en el acto. Al día siguiente se declaró una huelga general y se dio inició a los funerales, asistiendo cientos de personas, a pesar de los controles de carretera de la Guardia Civil que impedían el acceso a la localidad. En el funeral participaron cinco sacerdotes. Uno de ellos afirmó que este tipo de actos, al igual que dijera tras la muerte de Sagarna, lo que conseguían era “que el pueblo de Hernani se una aún más”; y añadía que “mientras se sigan utilizando entre nosotros los instrumentos de muerte, no habrá paz”[260].

      Posteriormente, se celebraron asambleas populares y manifestaciones en las que se señalaba a la policía como responsable o encubridora. A este respecto, un pleno extraordinario del Ayuntamiento de Hernani condenó “el incremento del terrorismo institucional y la represión oficial y paraoficial”. Asimismo, se denunciaba “la sospechosa actitud de la Guardia Civil”, ya que a pesar de estar acuartelada a 500 metros del lugar del suceso, no se personaron hasta una hora después de que les fuera notificado por parte de la policía municipal. Además, se señalaba que únicamente se pusieron controles al día siguiente para dificultar el acceso de personas a Hernani para participar en el funeral y las movilizaciones, y no con el objetivo de localizar a los victimarios[261].

      Tras el atentado mortal, Trini Cuadrado fue amenazada de muerte telefónicamente en varias ocasiones. En esas llamadas, los interlocutores también solían mostrar su alegría por la muerte de su marido[262].

      Arbelaitz ha sido reconocido y su familia indemnizada al amparo de las leyes 13/1996, 32/1999 y 29/2011[263], y los autores fueron juzgados y condenados[264].

 

 

Luis Elizondo Arrieta

 

 

      Luis Elizondo también falleció en el acto. No obstante, a diferencia de Arbelaitz, que recibió tres tiros, el cuerpo de Elizondo presentaba dos heridas de bala, en diferentes partes del cráneo.

      Elizondo era natural y vecino de Hernani, tenía 34 años, y era carnicero de profesión. No tenía hijos. Como se ha citado anteriormente, la autoría de este atentado mortal contra Arbelaitz y Elizondo recayó en miembros del BVE[265]. Según recogía el periódico La Vanguardia el martes 9 de septiembre de 1980, un comunicante anónimo en nombre de este grupo armado telefoneó a Radio Bilbao y dijo lo siguiente:

      “Si Monzón quiere la guerra nosotros también. Esta es la respuesta del asesinato de nuestro camarada, Luis Bergareche, de Vergara, ¡Viva la unidad de España!”[266].

      No consta que Elizondo estuviera afiliado o fuera militante de ningún partido político o sindicato, sin embargo, era considerado simpatizante de Herri Batasuna[267].

      También ha sido reconocido como víctima del terrorismo bajo el amparo de las leyes 13/1996, 32/1999 y 29/2011[268]. Sin embargo, al igual que la mayoría de los familiares de víctimas de grupos de ultraderecha y parapoliciales, los de Elizondo también consideran que el tratamiento recibido es diferente al de otras víctimas. En este sentido, en una entrevista concedida a Naiz, Ana Isabel Elizondo, hermana de Luis Mari Elizondo, señalaba lo siguiente.

 

      “Los asesinatos fueron en 1980. Recibimos una indemnización en 2001, veinte años después. Supuestamente nos indemnizaban como víctimas del terrorismo. Cuando ETA dejó las armas, una de las primeras ideas del Gobierno parece ser que fue intentar tratar a todas las víctimas del terrorismo por igual para buscar cierta normalización. Resulta que nos habían pagado la mitad de lo que habían pagado a todos los demás. Y veinte años después nos han dado la parte que faltaba. Es un poco extraño. Han pasado cuarenta años de los asesinatos y hemos tardado treinta y pico en recibir la indemnización”[269].

 

 

José María Pérez López de Orueta

 

 

      Natural de Bilbao y residente en la calle Azpeitia de Donostia. Pérez López de Orueta tenía 30 años, estaba soltero y trabajaba como abogado criminalista en la capital guipuzcoana desde aproximadamente dos años antes de que ETAm atentara mortalmente contra su persona[270].

      Según recogió la prensa, alrededor de las 19:00h del 31 de octubre de 1980 varios militantes de ETAm se personaron en el domicilio de la víctima, siendo secuestrado y trasladado a Ereñozu. Según la sentencia de la Audiencia Nacional número 20 del 16 de marzo de 1990, Pérez fue sometido a un interrogatorio por parte de sus victimarios, quienes lo culpaban de narcotraficante y defensor de personas relacionadas con el tráfico de drogas[271]. Posteriormente, recibió al menos un disparo de bala 9mm Parabellum, causante de la muerte.

      El cuerpo fue localizado sobre las 22:00 horas cerca de la escultura dedicada al bertsolari Txirrita en Ereñozu[272]. Tras hacerse público el atentado, el Colegio de Abogados de Gipuzkoa emitió una nota de condena. El comunicado también señalaba que eran varios los colegiados que habían tenido que abandonar su lugar de residencia, debido a las amenazas recibidas a consecuencia de la filiación política-ideológica de los afectados[273].

      Pérez López de Orueta ha sido reconocido como víctima del terrorismo al amparo de las leyes 13/1996, 32/1999 y 29/2011[274]. Los autores fueron juzgados y condenados[275].

 

 

Joaquín Altimasbere Escoz

 

 

      Joaquín Altimasbere, natural de Irun, tenía 31 años y era padre de un hijo. Pertenecía a la comunidad gitana de Hernani. En la madrugada del 14 de noviembre de 1980 se encontraba junto a su primo Andrés Echeverria Echeverria en las cercanías de un local nocturno de Urnieta, próximo al colegio de Los Salesianos, cuando ambos fueron tiroteados por miembros del BVE. Altimasbere murió a consecuencia de los tres tiros de bala recibidos, mientras que Echeverria quedó herido de gravedad debido a los impactos de bala en cuello y espalda, lesiones por las que necesitó 192 días para sanar y que le provocaron en adelante disnea[276].

      En torno a las 06:00 horas del día 15, una llamada anónima al Diario Vasco reivindicó el atentado en nombre del BVE, acusando a las víctimas de pertenecer a ETA. Posteriormente, el ministro del Interior, Juan José Rosón, vinculó el suceso a un incidente de la comunidad gitana con varios vecinos de Hernani unos meses atrás, unas declaraciones que para la Alcaldía de Hernani y los familiares no era más que un intento por “desviar la atención de este caso, negando la relación política del atentado, en lugar de investigar”[277]. Asimismo, denunciaron que al igual que en el caso de Arbelaitz y Elizondo, la policía tardo más de dos horas en personarse en el lugar de los hechos[278].

      Al día siguiente del atentado unas 5.000 personas se concentraron en el funeral de Altimasbere, y prácticamente la totalidad de los comercios de la localidad cerraron sus puertas. Posteriormente, sobre las 20:00h, se llevó a cabo una manifestación en protesta por los atentados ultraderechistas y la impunidad con la que actuaban[279].

      Altimasbere ha sido reconocido al amparo de las leyes 13/1996, 32/1999 y 29/2011[280]. Además los autores fueron juzgados y condenados[281]. No obstante, los familiares de Altimasbere también se han sentido abandonados por las instituciones durante muchos años:

 

      “Nos hemos sentido abandonados por las instituciones. Los que nos han apoyado siempre han sido los mismos, los del pueblo”[282].

 

 

Antonio Morillo Chacón

 

 

      Antonio Murillo era natural del municipio de Puebla de la Reina (Badajoz), localidad desde la que se había desplazado a Hernani junto a su familia años antes de su fallecimiento. Residía en el barrio de la La Florida, estaba soltero, y aunque en el momento del suceso se encontraba en paro, había trabajado eventualmente como camarero[283].

      El 26 de junio de 1981, alrededor de las 04:15h de la madrugada, recibió un tiro en la cabeza a la entrada de su domicilio, cuando regresaba de participar en las fiestas del barrio. Fue trasladado al Hospital Donostia, donde falleció. Tenía 25 años.

      Las fiestas de Hernani se suspendieron para los funerales, pero posteriormente se reabrieron las txosnas, ya que se difundió el rumor de que no se trataba de un “atentado político”. Al mismo tiempo, unas mil personas se manifestaron por las calles de Hernani en contra del atentado[284].

      Murillo había sido detenido dos años antes por posesión de drogas. Sin embargo, desde un primer momento la familia negó que la víctima estuviera relacionada con ningún tipo de actividad política[285].

      La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), atribuye el atentado a los Comandos Autónomos Anticapitalistas (CAA), COVITE, en cambio, a la “extrema derecha”, si bien hoy en día responsabiliza a “ETA-CCAA”. La Fundación Víctimas del Terrorismo (FVT), Calleja y Sánchez-Cuenca, el informe del Ararteko, Belén Pulgar y la Guardia Civil, sostienen que los autores fueron militantes de CAA. En el libro Comandos Autónomos. Emboscada en Pasaia. Un crimen de Estado, se menciona al Grupo Autónomo de Autodefensa de Euskadi (GAAE) pero no se cita este caso. Por su parte, la Fundación Euskal Memoria, en El terrorismo de Estado en Euskal Herria, lo incluye dentro de las víctimas de la guerra sucia[286]. Por último, en la publicación Vidas rotas. Historia de los hombres, mujeres y niños víctimas de ETA, se dice que “la autoría del atentado fue asumida al día siguiente por el llamado Grupo Autónomo de Autodefensa de Euskadi (GAAE), desconocido hasta ese momento”. Sin embargo, los autores del libro lo contabilizan como víctima de ETA[287].

      Con todo, a pesar de que constituye un caso sin resolver, y por tanto archivado judicialmente[288], lo más probable es que los autores fueran aquellos que lo reivindicaron, militantes del GAAE, organización que además de desconocida hasta entonces, no se tiene constancia de que hubiera actuado con posterioridad[289].

      Murillo ha sido reconocido e indemnizado como víctima del terrorismo al amparo de las leyes 13/1996 y 32/1999[290].

 

 

Arturo Quintanilla Salas

 

 

      Arturo Quintanilla era natural de la provincia de Burgos. Tras instalarse en Hernani, formó una familia, siendo padre de tres hijos y propietario del bar José Mari[291]. Según se recoge en el libro Vidas rotas. Historia de los hombres, mujeres y niños víctimas de ETA, fue extorsionado por ETAm en varias ocasiones, exigiéndole el pago de 10 millones de pesetas. La víctima “viajó atentado el hostelero recibió una nueva carta de extorsión en la que se reclamaba más dinero”[292].

      El 5 de septiembre de 1983, una vez que había cerrado el bar y había arrancado el vehículo en el que se encontraba junto a su mujer y una de sus hijas, recibió varios tiros que acabaron con su vida. Arturo Quintanilla tenía 44 años[293]. Presente en el atentado, su hija declaró lo siguiente:

 

      “Mi padre estaba arrancando cuando se acercó un coche oscuro, de color azul o negro; al colocarse a nuestro lado, el que estaba sentado junto al conductor bajó el cristal de la ventanilla, asomó la cabeza y el brazo y empezó a dispararnos a poquísima distancia, ya que la calle es muy estrecha y apenas caben dos coches. Con el primer disparo mi padre cayó reclinado a un costado, y mi madre y yo sentimos en la cara cómo nos rozaban las balas; pudieron habernos matado a los tres. El que disparaba vestía una cazadora oscura, gafas negras y llevaba el pelo corto”[294].

 

      ETAm reivindicó el atentado mortal acusando a la víctima de narcotraficante y de colaborador de la policía, “aprovechando la infraestructura de bingos y máquinas tragaperras”. Asimismo, reconocía la extorsión económica a la que le habían sometido y señalaban a Quintanilla como “amigo íntimo de Marcelino Oreja”[295].

      Posteriormente, en 1985, un militante de ETA fue condenado a más de 23 años de prisión por los delitos de “integración en banda armada” y “asesinato con premeditación”. Asimismo, fue obligado a indemnizar a la familia con 12 millones de pesetas[296].

      Quintanilla ha sido reconocido al amparo de las leyes 13/1996, 32/1999 y 29/2011[297]. Los autores fueron juzgados y condenados[298].

 

 

Juan José Pulido Pavón

 

 

      Juan José Pulido era natural del municipio extremeño de Montánchez, si bien residía desde hacía varios años en Hernani. Aunque era encofrador de profesión, se dedicaba al tratamiento de enfermedades a través de hierbas medicinales, por lo que era conocido en Hernani como el “doctor hierbas”[299].

      Pulido era padre de tres hijos. Sobre la edad de Pulido en el momento de su fallecimiento, existen datos contradictorios, puesto que en el Diario Vasco se publicó que tenía 50 años[300], en El País 32[301] y en el libro Vidas rotas. Historia de los hombres, mujeres y niños víctimas de ETA se apunta a que contaba con 38 años[302].

      En cuanto al atentado mortal, se produjo alrededor de las 22:00 horas en la plaza Orkolaga de Hernani. La víctima iba acompañada de dos amigos en el momento del suceso, Juan Carlos Valdés Valdés y José Echevarria Urrutia, siendo el primero herido de levedad y el segundo resultando ileso. Al parecer, militantes de ETAm abrieron fuego contra la víctima, quien posteriormente fue trasladada al Hospital Donostia, donde falleció dos horas más tarde tras una intervención quirúrgica[303].

      ETAm justificó el atentado acusando a la víctima de narcotraficante[304]. Posteriormente, los autores fueron juzgados y sentenciados[305]. Pulido ha sido reconocido al amparo de las leyes 13/1996, 32/1999 y 29/2011[306]. Desde 2008, una calle lleva su nombre en Montánchez (Cáceres).

 

 

Rafael Goikoetxea Errazkin

 

 

      Rafael Goikoetxea nació en el barrio de Zikuñaga el 19 de enero de 1954. Trabajó en varias empresas, entre ellas en la Papelera Guipuzcoana de Zicuñaga S.A. Posteriormente, se empleó en barcos de bajura, hasta que .«>'      fue llamado para realizar el servicio militar; incorporándose a la marina de guerra. Posteriormente, tras año y medio en el ejército español, trabajó como conductor de camiones en empresas de Hernani y en la cooperativa de Pasaia[307].

      En aquel período en el que realizaba transportes para la cooperativa, comenzó a percatarse de que su camión aparecía en ocasiones abierto, que había sido manipulado. La propia policía le llamaba “el camionero del perro”[308]. Por otra parte, el atentado mortal contra Arbelaitz y Elizondo, con quienes había estado la misma noche del suceso, le afectó considerablemente. Finalmente, en febrero de 1981, dejando atrás su oficio y su relación sentimental, huyó a Ipar Euskal Herria, al igual que hiciera anteriormente su hermano Pedro Mari (desde 1976)[309].

      El 3 de mayo de 1984, en torno a las 17:00h, al salir de la fábrica de la cooperativa Denek (Arrosa) en la que trabajaba, y circulando en dirección a Baigorri, dos miembros del GAL se posicionaron junto al vehículo en el que se encontraban Rafael Goikoetxea y su compañero Jesús Zugarramurdi, siendo ambos tiroteados. Goikoetxea falleció a consecuencia de los dos tiros recibidos, mientras que Zugarramurdi resultó herido[310]. Al día siguiente, una manifestación en protesta por el atentado finalizó con cargas policiales. Y ya en la jornada del 6 de mayo, se celebró un funeral multitudinario en Hernani, seguido de un acto político y una manifestación en la que se vivieron momentos de tensión ante la Casa del Pueblo del PSE-PSOE[311].

      En cuanto a la autoría, el mismo 3 de mayo los GAL reivindicaron el atentado mediante una llamada al diario Soud-Ouest[312]; y al día siguiente fue hallada la moto utilizada por los victimarios. Posteriormente, en la investigación abierta sobre el secuestro de Segundo Marey, uno de los documentos presentados por José Amedo y Michel Domínguez fue el escrito relativo a la llamada en la que se reivindicaba el atentado contra Goikoetxea y Zugarramurdi. Domínguez reconocería ser la persona que leyó el comunicado, si bien declaró que la redacción corrió a cargo del policía Miguel Panchuelo[313].

      Planchuelo admitió más tarde que la letra del documento se parecía mucho a la suya, aunque no recordaba haberlo escrito. Los grafólogos confirmaron que el escrito era de Planchuelo. El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón abrió un sumario para esclarecer la muerte (sumario 19/95), sin embargo el caso quedo archivado en 1999[314].

      No obstante, sobre este caso existen algunas otras cuestiones sin aclarar, relativas fundamentalmente a si el objetivo de los GAL era realmente Rafael Goikoetxea. Por un lado, a Goikoetxea se le atribuían acciones armadas en las que estaba implicada su hermano Pedro Mari. Por otra parte, el coche en el que se encontraban Goikoetxea y Zugarramurdi era propiedad de otro miembro de ETA, Pedro Martikorena, por lo que la intención de los GAL pudiera haber sido atentar contra éste.

      Goikoetxea ha sido reconocido como víctima del terrorismo por el Ministerio del Interior, al amparo de las leyes 32/1999 y 29/2011[315].

 

 

Inaxio Astiasuinzarra Pagola

 

 

      Nacido en Hernani el 30 de julio de 1950. Tras cursar estudios de Formación Profesional, estuvo trabajando en un taller de la localidad. Posteriormente, fue detenido en Irun, cuando se encontraba realizando el servicio militar obligatorio. Recluido en los cuarteles de Loiola, logró escapar y huir a Lapurdi.

      El 25 de septiembre de 1985, Inaxio Astiasuinzarra y otros tres militantes de ETA (José María Etxaniz, Agustín Irazustabarrena y Sabino Etxaide) fueron tiroteados por dos mercenarios de los GAL en

      el bar del Hotel Monbar, situado en la calle Ttipiko Pannecau de Baiona. Los cuatro fallecieron[316].

      Los dos atacantes (Pierre Frugoli y Lucien Mattei) fueron detenidos a los diez minutos de haber perpetrado el atentado, y posteriormente juzgados y condenados en 1987. Según pudo averiguarse, unos días antes se habían alojado en el Hotel Orly de Donostia, junto a dos agentes de policía relacionados con el GAL. Posteriormente, el exjefe del grupo operativo CESID y el exdirector del CESID fueron procesados[317].

      La muerte de los cuatro refugiados vascos fue respondida con una huelga general en Gipuzkoa y con diversas movilizaciones. Como en el caso de Goikoetxea, el recibimiento de Astiasuinzarra en Hernani fue multitudinario[318].

      Inaxio tenia 35 anos. Ha sido reconocido como víctima de terrorismo por el Ministerio de Interior, al amparo de las leyes 32/1999 y 29/2011[319].

 

 

Iñaki Totorika Vela

 

 

      Nacido en Portugalete en 1975, Iñaki Totorika se encontraba destinado en Hernani como agente de la Ertzaintza. Era soltero, y estaba afiliado al PNV y al sindicato UGT[320].

      El 9 de marzo de 2001, en torno a las 00:40 horas, Totorika y su compañero se aproximaron a verificar unos contenedores ardiendo en la plaza Zinkoenea, así como un coche que permanecía cruzado en el mismo lugar. Los agentes procedieron a llamar a una grúa para retirar el vehículo, cuando una bomba adosada a este fue activada con un mando a distancia desde un portal próximo[321]. A consecuencia de la explosión, Totorika falleció antes de poder ser atendido en el Hospital Donostia. Su compañero resultó herido de gravedad, hasta tal punto de que las secuelas físicas le imposibilitaron continuar ejerciendo su profesión[322].

      Aproximadamente una hora más tarde del atentado, una llamada a la DYA en nombre de ETA se responsabilizó del atentado mortal. Al día siguiente se llevó a cabo un multitudinario funeral en Portugalete, oficiado por el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, al que además de miles de personas, acudieron un número considerable de representantes políticos. Esa misma jornada a la tarde se realizó una manifestación por las calles de Portugalete bajo el lema “Por la libertad. ETA no”[323].

      En 2003 los militantes de ETA responsables del atentado fueron condenados por la Audiencia Nacional. Totorika ha sido reconocido e indemnizado como víctima del terrorismo al amparo de la ley 32/1999[324]. Asimismo, el 20 de noviembre de 2001 el Gobierno Vasco homenajeó a Totorika en la Academia de Arkaute, concediéndole la Medalla al Reconocimiento al Mérito Policial con distintivo rojo[325].

      El atentado contra Totorika y su compañero fue el primero contra la Ertzaintza mediante coche-bomba. Sin embargo, Totorika no fue la primera víctima mortal de este cuerpo policial causada por ETA, ya que hasta entonces ETA había realizado 12 atentados en los que habían fallecido nueve agentes[326].

 

 

Joseba Pagazaurtundua Ruiz

 

 

      Nacido el 27 de diciembre de 1957 en Hernani y residente en Andoain, donde ejerció como sargento de la Guardia Municipal. Joseba Pagazaurtundua militó en su juventud en ETApm y Euskadiko Iraultzaile Alderdiko (EIA). Posteriormente ingresó en Euskadiko Ezkerra, y tras la fusión con el PSE en el grupo local de Andoain del PSE-EE. También formaba parte de UGT[327].

      El 8 de febrero de 2003 a las 09:55 horas, un militante de ETA efectuó tres tiros sobre Pagazartundua cuando este se encontraba en el bar Daytona en Andoain. Herido de gravedad, fue trasladado al Hospital Donostia, donde falleció nueve horas después de su hospitalización en la UCI[328]. Tras su muerte el Ayuntamiento condenó el atentado en un pleno muncipal en el que se dieron momentos de tensión. Asimismo, la Policía Local de Andoain cerró durante 24 horas el consistorio en protesta por el atentado mortal contra su compañero[329].

      Tenía 45 años, estaba casado y era padre de dos hijos de 9 y 14 años. Poco antes del atentado Pagazartundua dejó escrito lo siguiente: “Cada día veo más cerca mi fin a manos de ETA”[330].

      Cuando se produjo el atentado Pagazartundua formaba parte la plataforma Iniciativa Ciudadana ¡Basta Ya!, con la que había participado en la recogida del premio Sajarov en el Parlamento Europeo en el año 2000[331]. Anteriormente, en 1994, siendo sargento de la Guardia Municipal de Andoain, fue destinado al municipio alavés de La Guardia en comisión de servicios en la Ertzaintza, debido a las amenazas de las que era objeto por parte de ETA.

      ETA reivindicó el atentado meses más tarde acusando a la víctima de colaborador de la Guardia Civil. En ese sentido, en la publicación Vidas Rotas se hace mención al comunicado que sus compañeros de ¡Basta Ya! hicieron público tras el atentado “Durante estos años, Joseba aporta numerosos datos sobre actividades terroristas que la dirección de la Ertzaintza ignora, pero que en manos de la Guardia Civil conducen a la detención de un comando"[332]. La víctima ha sido reconocida y sus familiares indemnizados como víctima del terrorismo al amparo de las leyes 13/1996, 32/1999 y 29/2011[333]. Asimismo, los autores fueron juzgados y condenados por la Audiencia Nacional en 2011 y 2015[334].

      Por otra parte, en reconocimiento y recuerdo de Joseba Pagazaurtundua el Ayuntamiento de Andoain le concedió a título póstumo la Medalla al Mérito en 2004. Ese mismo año, se inauguró una escultura en su memoria realizada por Agustín Ibarrola, instalada frente al consistorio[335].

 

 

 

[230] Gogora, 2016, p.10. Alonso, 2010, pp. 59-60.

[231] AHPG; SIGC, 1975.

[232] Ibídem.

[233] Fonseca, 2014. Ley 46/1977.

[234] Ley 13/1996.

[235] Egin, 8 de octubre de 1977. Diario Vasco, 8 de octubre de 1977. La Voz de España, 8 de octubre de 1977. Gogora, 2016, p. 18.

[236] Agirre (coord. y redacc.), 2010, p. 578.

[237] AHPG, Comisaría Provincial del Cuerpo General de Policía, 1977.

[238] Fonseca, 2014.

[239] Ley 13/1996.

[240] Gogora 2016, p. 11. Gogora (Antzuola), 2016, pp. 26.

[241] Diario Vasco, 31 de enero de 1979. Alonso, 2010, pp. 188-189. Gogora (Antzuola), 2016, pp. 26.

[242] Diario Vasco, 31 de enero de 1979.

[243] Alonso, 2010, p. 188.

[244] Alonso, 2010, p. 189.

[245] Diario Vasco, 31 de enero de 1979.

[246] Alonso, 2010, p. 188.

[247] Fonseca, 2014.

[248] Ley 13/1996.

[249] Testimonio recabado a Isabel Sagarna Ormazabal y Marijose Aizpurua Sagarna. Gogora, 2016, p. 19. Kronika, 1980 (reportaje dedicado a Felipe Sagarna). Egin, 20 de abril de 1980. El País, 20 de abril de 1980. Diario Vasco, 20 de abril de 1980.

[250] Testimonio familiar.

[251] Kronika, 1980 (reportaje dedicado a Felipe Sagarna). AMH, 1980-1981, Libro de actas 1980-1981. Pleno municipal extraordinario n° 11/80.

[252] Ley 13/1996.

[253] Testimonio familiar.

[254] El País, 20 de abril de 1980

[255] “Euskadi 1977-1982”. Egin, p. 83.

[256] El País, 20 de abril de 1980.

[257] Testimonio de Trini Cuadrado. GOGORA, op. cit., 2016, p. 20. Diario Vasco, 9 de septiembre de 1980. Egin, 9 de septiembre de 1980. Naiz, 14 de noviembre de 2020.

[258] Acta de defunción

[259] Diario Vasco, 9 de septiembre de 1980.

[260] Egin, 9 de septiembre de 1980.

[261] Diario Vasco, 9 de septiembre de 1980. / AMH, 1980-1981, Libro de actas.Pleno municipal extraordinario n° 21/80.

[262] Testimonio de Trini Cuadrado. Naiz, 14 de noviembre de 2020.

[263] Ley 13/1996.

[264] Fonseca, 2014.

[265] Gogora, 2016, p. 20. Diario Vasco, 9 de septiembre de 1980. Egin, 9 de septiembre de 1980.

[266] La Vanguardia, 9 de septiembre de 1980.

[267] Diario Vasco, 9 de septiembre de 1980. La Vanguardia, 9 de septiembre de 1980.

[268] Ley 13/1996.

[269] Naiz, 14 de noviembre de 2020.

[270] Diario Vasco, 1 de noviembre de 1980.

[271] Alonso, 2010, pp. 333-334.

[272] Diario Vasco, 1 de noviembre de 1980.

[273] Alonso, 2010, pp. 333-334.

[274] Ley 13/1996.

[275] Fonseca, 2014.

[276] Egin, 15 de noviembre de 1980. El País, 15 de noviembre de 1980. Diario Vasco, 15 de noviembre de 1980. Gogora, 2016, p. 22.

[277] Egin, 15 de noviembre de 1980.

[278] Ibídem.

[279] El País, 16 de noviembre de 1980.

[280] Ley 13/1996.

[281] Fonseca, 2014.

[282] Naiz, 14 de noviembre de 2020.

[283] Diario Vasco, 27 de junio de 1981. Alonso, 2010, pp. 374-375.

[284] Punto y Hora, n° 232, p. 6.

[285] Diario Vasco, 27 de junio de 1981.

[286] Gogora, 2016, p. 26.

[287] Alonso, 2010, pp. 374-375.

[288] Fonseca, 2014.

[289] López, 2021, t. 2, pp.] 70-71.

[290] Ley 13/1996.

[291] Gogora, 2016, p. 13.

[292] Alonso, 2010, p. 447.

[293] Diario Vasco, 6 de septiembre de 1983.

[294] Alonso, 2010, p. 447.

[295] Egin, 7 de septiembre de 1983. El País, 10 de septiembre de 1983.

[296] Alonso, 2010, p. 447.

[297] Ley 13/1996.

[298] Fonseca, 2014.

[299] Diario Vasco, 9 de octubre de 1983.

[300] Ibídem.

[301] El País, 9 de octubre de 1983.

[302] Alonso, 2010, p. 450.

[303] Diario Vasco, 9 de octubre de 1983.

[304] Alonso, 2010, p. 450.

[305] Fonseca, 2014.

[306] Ley 13/1996.

[307] Berria: GAL, 30 urte (Consultado: 10-06-2021): https://www.berria.eus/GAL/nagusia.php#section-4

[308] Testimonio recabado a Feli Goikoetxea.

[309] Testimonio recabado a Feli Goikoetxea. Berria: GAL, 30 urte.

[310] Gogora, 2016, p. 23.

[311] Egin, 7 de mayo de 1984.

[312] Egin, 4 de mayo de 1984. El País, 4 de mayo de 1984. Berria: GAL, 30 urte. Agirre, (coord. y redac.), 2010, p. 589.

[313] Berria: GAL, 30 urte.

[314] Ibídem.

[315] Ley 13/1996.

[316] Berria: GAL, 30 urte. Agirre, (coord. y redac.), 2010, p. 591. Egin, 29 de septiembre de 1985.

[317] Gogora, 2016, p. 24.

[318] Ley 13/1996.

[319] Gara, 24 de septiembre de 2015.

[320] Gogora, 2016, p. 15.

[321] La Vanguardia, 9 de marzo de 2001.

[322] Alonso, 2010, p. 1108. Intxaurbe, 2016.

[323] Ibídem.

[324] Ley 13/1996.

[325] Ibídem.

[326] La Vanguardia, 9 de marzo de 2001.

[327] Argituz, 2018, p. 44.

[328] Ibídem.

[329] Ibídem.

[330] Alonso, 2010, p. 1153.

[331] Ibídem.

[332] Alonso, 2010, p. 1153. Argituz, 2018, p. 44.

[333] Ley 13/1996.

[334] Ibídem.

[335] El Mundo, 8 de febrero de 2004.